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Terapia de grupo de los músicos en los premios AMAS: “Sin música no hay vida”

La organización deja desierta la categoría de actuación en vivo y los artistas reivindican el papel de la canción para sobrellevar la pandemia

Los galardonados y algunos de sus familiares posan en el teatro Campoamor de Oviedo al término de la gala. | Miki López

Son las seis de la tarde y tras el telón del teatro Campoamor cinco melenudos comienzan a tocar unos acordes a los que ese señorial escenario –más acostumbrado a la ópera y la música clásica– no está demasiado acostumbrado. Eran el grupo “Nueve con Diez”, una banda gijonesa que mezcla el rock y el punk con el metal. Tocan dos canciones: “No hay piedad” y “Mayo”. Había ganas de música tras tantos meses de restricciones y se notaba entre el escaso público. La banda rockera sirvió de preámbulo a una terapia de grupo, la que celebraron los músicos asturianos nominados a los premios del Anuario de la Música Asturiana (AMAS). Los de este año fueron unos galardones reivindicativos, de rabia contenida y que dejaron patente que por muchas limitaciones que existan la música nunca para.

No con esas palabras, pero con unas similares, Tania Pereira, ganadora del premio a la mejor voz reivindicó el papel de la música como terapia. “La vida no sería tan maravillosa sin ella”, dijo desde el escenario tras recibir el galardón. En el patio de butacas del teatro ovetense solo había músicos. Las restricciones obligaron a que el único público que podía haber en la sala eran los propios nominados a alguno de los 21 galardones. No era lo único extraño. La gala tuvo un par de novedades más. La primera fue el cambio de escenario. Acostumbrados al Filarmónica los músicos cruzaron solo un par de calles del centro de Oviedo para llevar el evento al solemne Campoamor. La otra fue que desapareció la categoría de mejor directo. El coronavirus ha sesgado la música en vivo, así que no había candidatos. “De todas las ediciones esta va a ser la más atípica”, avisaba la copresentadora del evento, Arancha Nieto, que compartió escenario con Luis Serrador, quien parafraseando a Andrés Calamaro aseguró: “La música es el refugio donde nada nos puede hacer daño”. La terapia estaba servida.

Aníbal Menchaca, que ganó el AMAS al mejor letrista, fue uno de los más reivindicativos. “El año pasado fue malo y este no tiene pinta de que vaya a ser mejor. Así que, compañeros, ánimo y paciencia”, recomendó. Igual de expresivo fue Gelete Coto, mejor batería del extraño 2020. “Música y corchetes va a haber hasta fartucarnos, de eso estamos seguros los músicos, así que se fastidie la pandemia”, dijo.

Durante la gala hubo dos momentos contrapuestos. El de la alegría y la tristeza. La primera, en forma de carcajadas, la puso el artista bautizado “Machodeferia”, un rapero de La Felguera que durante el confinamiento popularizó un tema titulado “Señor Barbón” sobre las restricciones del Gobierno asturiano para hacer frente al avance del virus. “Le dedico este premio a la hostelería y a mi mayor fuente de inspiración para la canción, el señor Presidente”, dijo. Las carcajadas en el patio de butacas estaban servidas.

La parte emotiva del acto la puso el homenaje a la banda “Felpeyu”, que ganó uno de los galardones honoríficos. Un vídeo repasando la vida y hazañas del grupo de folk asturiano hizo saltar más de una lágrima en el mismo patio de butacas que minutos antes había reído con ganas. El otro premio honorífico fue para el realizador, promotor y locutor Miguel Escalada, que lo dedicó a toda su familia, incluido a su perro.

Miguel Escalada, premio AMAS honorífico 2020

Miguel Escalada, premio AMAS honorífico 2020 Ayuntamiento de Oviedo

El telón del Campoamor se bajó dos horas largas después de la actuación de “Nueve con Diez” con el mismo ánimo reivindicativo con el que la gala había comenzado. El cantante Chus Pedro fue de los que pusieron uno de los broches finales y dejó un mensaje para la reflexión: “Sin música no hay vida, y queremos seguir viviendo”. Fin a la terapia por ahora.

Los premiados


Voz

Tania Pereira

Bajo

Iván González, “Chapo”

Batería

Gelete Coto

Guitarra

Nacho Felipe Cabeza

Teclados

Raquel Rodríguez

Otros instrumentos

Sara Ember

Gaita

Banda de Gaites “Ciudad Cangas de Onís”

Letras

Aníbal Menchaca

Producción

Marcos Valles García

Electrónica

J. L. Delgado

Portada y diseño

Álvaro Amieva por “Puro sueño” para Doñita González

Videoclip

Titi Muñoz por “L’últimu aliendu” para “Misiva”

Canción folk

“Cabrúñame la gadaña”, de Fruela 757

Disco folk

“Humanes”, de “Muyeres A. M. T.”

Canción rock

“Metamorphosis”, de “Automatic Kafka”

Disco rock

“La miel de las flores muertas”, de “Desakato”

Canción otras escenas

“I hate you with all of my love”, de Ángel Tal

Disco otras escenas

“From side to side”, de “Body & The Soulers”

Canción música urbana

“Señor Barbón”, de Machodeferia

Artista o grupo revelación

Haim Álvarez

Músicas de cine

“Tristesse”, de Jesús Arévalo

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