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Toda España imitará el modelo del centro contra la violencia sexual de Asturias

El servicio de atención las 24 horas, que se inauguró en noviembre, ya ha asesorado y protegido a medio centenar de asturianas agredidas

La Casa Malva de Gijón.

El Consejo de Ministros aprobó ayer una inversión de 19,8 millones de euros para iniciar la puesta en marcha de una red de centros de atención integral a víctimas de violencia sexual. El Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero, quiere que cada provincia española disponga de uno de esos centros. En Asturias ya existe y, de hecho, fue pionero en esta iniciativa en España. Se inauguró en Oviedo el pasado 25 de noviembre, coincidiendo con el Día Internacional de la Mujer.

El Principado ha sido pionero en un recurso que Igualdad quiere que se extienda por toda España antes de 2023. Y la experiencia asturiana certifica la necesidad de este tipo de equipamientos. “Pensábamos que hacía falta y los datos nos lo han corroborado”, subrayó ayer Nuria Varela, directora del Instituto Asturiano de la Mujer. En estos cuatro meses el centro de Oviedo ha atendido a 50 mujeres víctimas de violencia de género y a 24 familiares o amistades afectadas. Entre ellos y “por desgracia”, destaca Varela, hay nueve casos de chicas menores de edad. La media de edad de estas mujeres agredidas es de 14 años, con lo que las edades van de los 12 a los 17 años.

De las 50 mujeres que solicitaron la ayuda del centro, 23 lo hicieron por violencia reciente y 27 por casos de violencia pasada. En el 50 por ciento de los casos se trataba de agresiones sexuales; el 10 por ciento eran denuncias por abuso sexual; el 14 por ciento es de acoso sexual y un alarmante 26 por ciento son casos de abuso sexual en la infancia.

Ahora que el Principado ya ha puesto en marcha un equipamiento al que aspiran el resto de comunidades autónomas, Nuria Varela avanza que su equipo está planteando “la posibilidad de abrir otro equipamiento, un alojamiento para estas mujeres” con cargo a ese presupuesto del Ministerio de Igualdad al que ayer dio vía libre el Consejo de Ministros.

El centro de atención integral a víctimas de violencia de género de Asturias, como el resto de los que se activarán en España, funciona las 24 horas al día los 365 días del año. Un equipo de psicólogas y abogadas atienden a las mujeres que necesitan su ayuda. Su tarea consiste en asesoramiento y acompañamiento. En casos extremos, explica la directora del Instituto de la Mujer, el centro de ámbito regional tiene un acuerdo de colaboración con la Casa Malva, en Gijón. En este equipamiento hay reservadas plazas de alojamiento en caso de que se soliciten. Varela pone como ejemplo una chica agredida por un compañero de piso o una mujer que no puede regresar a su domicilio.

El centro integral cuenta con 13 trabajadoras. Son seis abogadas, seis psicólogas y una coordinadora que trabajan a turnos para ofrecer el servicio a cualquier hora del día o de la noche y cualquier día de la semana. Antes de su apertura, cuando se anunció su puesta en marcha, el Instituto de la Mujer ya empezó a recibir llamadas solicitando ayuda.

Las víctimas disponen de números de atención específicos con servicio de llamadas y Whatsapp, así como otras vías de contacto a través de las redes sociales y de la derivación desde los teléfonos 016 y 112. Uno de los detalles a destacar es que no es preciso que exista una denuncia cursada ni tan siquiera tener la pretensión de interponerla. De hecho, “este centro no surge solo para intervenir en el momento de una agresión, sino también ante las dificultades que padecen las víctimas y que pueden relacionarse con situaciones de violencia sexual sufridas en el pasado”.

La Dirección General de Igualdad prepara además un convenio con la empresa de ambulancias Transinsa para la intervención en aquellas emergencias que requieran inmediatez. Esta empresa proporcionará un vehículo y conductores con formación específica para trasladar a las víctimas cuando sea necesario. “La intimidad y confidencialidad estarán garantizadas en cualquiera de los servicios”, subrayó Varela.

Además, en este centro dependiente del Principado, se propone orientación y apoyo al entorno familiar de las víctimas que acuden a este recurso para que puedan apoyarlas y acompañarlas en el proceso de superación de las secuelas de la agresión sufrida.

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