La poeta, periodista y escritora Laura Casielles (Pola de Siero, 1986) es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, máster en Estudios Árabes e Islámicos Contemporáneos por la Universidad Autónoma de Madrid y licenciada en Filosofía por la UNED. Con esto es consciente de que “la memoria de la colonización española del siglo XX es una asignatura pendiente” y por ello ha realizado su tesis doctoral bajo el título “El silencio y las voces: el rastro de la colonialidad española en las literaturas hispánicas de Marruecos y el Sáhara Occidental”. Lo relaciona con “todos los demás asuntos espinosos de la memoria histórica, la guerra civil, la dictadura y la transición” y decidió abordar esa memoria desde el punto de vista de la literatura.

Para Casielles, adentrarse en esa literatura “es hacerlo en muchas cosas” porque no es una cuestión aislada. El conflicto saharaui, el abandono por parte de España del pueblo saharaui y la ocupación marroquí, “está imbricada de manera muy directa con la Transición” ya que se produce en el mismo momento de la muerte de Franco. Ese abandono y lo que ha venido después “es uno de esos silencios que fundan nuestra tranquilidad”, defiende la periodista.

La lengua es una herramienta fundamental en la colonización, pero en las colonias españolas no ocurre lo mismo que en las de otros países donde la literatura local suele ser beligerante con los colonizadores. Por contra, explica Casielles, “los marroquíes que escriben en castellano son narradores” y ahí se encuentran relatos “con una representación muy directa del tiempo del protectorado que nos aportan imágenes que no conocemos”. Lo habitual es el discurso escrito desde España con obras como “El tiempo entre costuras”, de María Dueñas, “narrativas sobre la guerra civil que nos hablan de la reconciliación y no de la asunción de responsabilidades”.

La literatura se ha sumado pues a la cultura de la Transición, “a contar las historias de una manera monolítica” y eso nos ha llevado “a tener muy claro cual era el relato compartido”. En esa corriente, apunta la experta, “es muy complicado incorporar que las personas colonizadas también sufrían el franquismo”.

Laura Casielles explica cómo los saharauis “han utilizado la lengua española como herramienta política, porque el español les recuerda que la historia de su pueblo es diferente”. Es decir, que son españoles y no marroquíes.

En los campamentos de refugiados saharauis en Argelia, en los que viven decenas de miles de personas desde hace 45 años, la cultura es un importante elemento de cohesión. “Al tener un país sin estado el componente cultural es muy importante para mantener viva la idea de pueblo”, subraya.

De este modo, el Ministerio de Cultura de la República Árabe Saharaui Democrática (RSDA), ha hecho una recopilación de su tradición oral, de su poesía tradicional en hassanía, su lengua, “porque son conscientes de que el tiempo arrasa con la tradición”.