Que Marilia Casares, la mitad de "Ella Baila Sola", tiene una vinculación muy especial con Asturias no es nuevo, aunque algunos lo descubran ahora. Pero ahora tiene motivos más para el refuerzo de esa relación. La intérprete y música siempre ha hecho gala de su enorme vinculación con la región, donde compone y donde se inspira, y de fotos en rincones diversos de la "tierrina" está lleno su Instagram.

Nacida en Cuenca, aunque madrileña desde los dos años, Marilia veranea desde pequeña en la región donde su tía abuela tenía una casa, en La Isla. “Mi bisabuelo Antonio Casares”, contó en una ocasión a LA NUEVA ESPAÑA, “nos inculcó la pasión por esa tierra. Disfrutábamos de las tardes de bicicleta, estábamos todo el día en la calle aunque lloviese, daba igual, subíamos al Cuera de excursión. Y luego está el placer de saber que nunca vas a comer mal en ningún sitio. Yo aún sigo yendo a Asturias, y aunque llegue de madrugada, siempre me voy a dar un paseo por la playa”.

Desde hace unos días, además, tiene una razón sentimental más para estar unida a Asturias. En la región vivió uno de los momentos más emotivos que haya podido vivir un artista, uno de los que permite dejar ver la hondura con la que la música cala en las personas. Y eso, para una compositora, debería ser lo más.

Esa experiencia vivida la relató en su paso por "El Hormiguero", y lo hizo con un nudo en la garganta y dejando entrever al público la enorme emoción que sentía. Eso sí, lo contó con la distancia que da una videollamada ya que su reciente positivo por covid ha dado al traste con la promoción cara a cara de la vuelta a los escenarios de "Ella Baila Sola".

Cuando Pablo Motos le pidió que contara el impacto de sus canciones tienen en la gente, le insistió para relatar un momento emocionante que le había contado "que te pasó en una tienda de Asturias". Marilia Casares explicó que esa situación la había vivido hacía pocos días. "Había ido a una tienda a hacer unas fotocopias y después de un rato el hombre que me atendía me reconoció. ¿Anda eres tú? No te había reconocido hasta ahora. Justo el otro día te estaba viendo con mi mujer en la televisión en un programa, nos encanta tu música", le dijo el hombre.

Ya cuando se iba a marchar de la tienda, el hombre le añadió: "¿Te puedo contar una historia? y le dije, claro, claro". Y lo que le contó fue que su mujer, muy fan de su música, a los dos años de casarse tuvo un accidente de coche muy grave que la dejó en coma dos meses. Se repuso del accidente, pero con problemas muy importantes de memoria. "Cuando salió del coma había perdido la memoria desde los 17 años; no se acordaba de nuestro aniversario de boda, ni de la boda, pero se acordaba de vuestras canciones", le explicó.

Ahí Marilia Casares ahogó el discurso porque dio la impresión de que la emoción le podía. "Yo me emociono mucho con esta historia y solo quiero decirle a Fernando y su mujer que están invitadísimos a venir al concierto que quieran de nuestra gira. Igual que les felicito por todo el camino de superación que han recorrido", dijo la intérprete, secundada en el aplauso por Pablo Motos y por su compañera musical, Marta Botía.

Las dos fundadoras del dúo “Ella baila sola” están de promoción ya que se reunirán otra vez 25 años después de su sonada separación, y lo harán con una agenda de actividades que incluirá conciertos en vivo. El primero de los conciertos confirmados tendrá lugar dentro del festival “Starlite” de Marbella (Málaga), el próximo 18 de julio.

Compañeras de instituto, fue en 1996 cuando Botía (Madrid, 1974) y Casares (Cuenca, 1974) grabaron su primer tema, “Lo echamos a suertes”, que se convirtió en un éxito tanto en España como en Latinoamérica y dio pie a su primer disco, titulado sencillamente “Ella baila sola”, con otros temas de calado como “Cuando los sapos bailen flamenco” o “Amores de barra”.

Tras dos décadas separadas, el regreso inminente del dúo ha sido recibido con aplausos por los fans de los 90. Algunos, incluso, lo han celebrado publicando memes en Twitter. Las dos intérpretes se han mostrado felices de la vuelta a los escenarios, apenas cuentan los motivos de su separación ni inciden en sus desavenencias, y ponen buena cara y giro de la conversación cuando se les pregunta si es una vuelta con continuidad o solo una celebración de los 25 años de sus éxitos. No desvelan mucho del futuro pero muestran una gran elegancia al reconocer que lo que quieren es disfrutar de una nueva etapa juntas que retoman como si nunca hubieran estado separadas. "A los cinco minutos de estar hablando ya parecía que nunca hubiéramos estado sin contacto", explicaron en "El Hormiguero".