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El Museo del Prado celebra hacerse con "una obra fundamental para el conocimiento de Goya", vendida por la Fundación Selgas-Fagalde

La venta confirma el proceso de despatrimonialización que sigue la entidad cultural asturiana

El "Aníbal vencedor" de Goya.

“Un día extraordinariamente feliz para el Museo del Prado”, declaraba ayer el director de la gran pinacoteca nacional, Miguel Falomir, al dar cuenta de la incorporación del cuadro “Aníbal vencedor, que por primera vez mira Italia desde los Alpes”, de Francisco de Goya, a la colección permanente del museo. No fue, sin embargo, una jornada tan feliz para Asturias, porque la Fundación Selgas-Fagalde, enraizada en Cudillero, era la propietaria de la obra y su venta a la Fundación de Amigos del Prado, por 3,3 millones de euros, confirma el proceso de despatrimonialización que quedó en evidencia el pasado mes de diciembre, cuando intentó hacer caja con la venta de “La Inmaculada” del Greco de la Quinta de El Pito (Cudillero). En aquella ocasión, el Ministerio de Cultura bloqueó la operación, con el Museo de Bellas Artes de Budapest como comprador, al declarar la inexportabilidad del cuadro.

Ayer, la Consejería de Cultura del Principado, que forma parte del patronato de la Fundación Selgas-Fagalde junto al Ayuntamiento de Cudillero, la Universidad y la Iglesia, declinó dar explicaciones o pronunciarse sobre la venta del “Aníbal vencedor”. Tampoco se manifestó el resto de los patronos. El presidente de la Fundación Selgas-Fagalde, Gregorio Peña, no respondió a la petición de información que le cursó LA NUEVA ESPAÑA.

El Museo del Prado anunció ayer formalmente la adquisición. Su director, Miguel Falomir, presentó el “Aníbal” como “una obra fundamental” del maestro aragonés. El cuadro llegó al Prado en 1994 para una exposición, aunque no fue hasta 2011 cuando se quedó en una cesión más prolongada. La familia Selgas-Falgalde era la propietaria del lienzo, que estuvo desaparecido durante años, desde el siglo XIX. Fortunato Selgas lo adquirió para incorporarlo a su colección privada y durante décadas lo expuso en su quinta pixueta. En 1995 fue autentificado como un Goya, pasando a ser la obra más antigua documentada del artista, y fue restaurado.

Francisco de Goya lo pintó en 1771, en Roma, durante una estancia de dos años en Italia, para concurrir al concurso de la Real Academia de Bellas Artes de Parma.  

Un jalón decisivo

Para Miguel Falomir la adquisición de la obra es “un jalón decisivo” para la colección de Goya del Prado, la más importante del mundo. Fue la Fundación de Amigos del Museo del Prado la que adquirió el cuadro, con sus fondos, y la donó a continuación al museo. Su presidenta, Nuria de Miguel, avanzó ayer que la entrega del cuadro al Prado es solo el primero de los eventos con el que este año conmemorarán el 40.º aniversario de Amigos del Prado. El segundo será la presentación de un libro y en septiembre habrá una exposición, con todas sus donaciones a la pinacoteca nacional. En ella estará colgado el “Aníbal vencedor” de los Selgas, cuya compra y donación se han hecho en homenaje a Francisco Calvo Serraller, fallecido en 2018 y que era director del Prado cuando el cuadro fue identificado como de Goya por Jesús Urrea, entonces adjunto a la dirección.

El “Aníbal vencedor” es una obra trascendental en la historia del arte. Desde el Prado destacaban ayer su “indudable perfección técnica, que se pone de manifiesto en el armonioso orden compositivo, en el excelente tratamiento lumínico y en la seguridad y firmeza de la pincelada para modelar las figuras con color y luz”. “La obra es fundamental para el conocimiento de Goya. Muestra la manera del artista de concebir las figuras en sus futuras pinturas de género o de historia, de organizar el espacio pictórico a través de efectos de luz y de colorido y de definir con perfección las anatomías y las distintas superficies de los objetos”, destacaron.

El secretario general y portavoz de Foro Asturias, Adrián Pumares, ha sido el primero en pronunciarse sobre la venta del cuadro, pidiendo una explicación a la consejera de Cultura, Berta Piñán, El dirigente forista denuncia “la opacidad con la que actúa la Fundación Selgas-Fagalde” y asegura que, en su condición de diputado de la Junta General, pidió hace meses sus estatutos, sin conseguir que se los remitieran.

“Si en el patronato de la Fundación están representados el Gobierno asturiano, el Ayuntamiento de Cudillero, el Arzobispado y la Universidad de Oviedo no es por casualidad, sino para velar por los intereses del Principado y de su patrimonio cultural”, manifestó. Pumares exige a Piñán que aclare cuál fue su voto, en representación del Gobierno asturiano, en la reunión del patronato en la que se decidió la venta. “Cuando estuvo a punto de producirse la venta del cuadro ‘La Inmaculada’ del Greco, la Consejera delegó su voto en el presidente de la Fundación, que votó a favor de vender el cuadro”, declaró. 

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