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El patronato de los Selgas facultó a su presidente para vender “cualquier obra”

La venta del Goya se decidió en 2017 por unanimidad, con apoyo de la Iglesia, del exrector García Granda y del exalcalde popular de Cudillero

El “Aníbal vencedor” de Goya, hoy propiedad del Museo del Prado.

El patronato de la Fundación Selgas-Fagalde, que gestiona el patrimonio de La Quinta de El Pito (Cudillero), aprobó por “unanimidad” el 11 de diciembre de 2017 la venta del cuadro de Goya “Aníbal vencedor” y delegó “con plena confianza” en el presidente de la entidad, el abogado Gregorio Peña Varona, la venta de “cualquier otra obra”. Desde entonces, el presidente de la entidad estaría facultado para desprenderse de obras de la colección, como así ha sido. El Goya ha sido vendido a la Asociación de Amigos del Prado por 3,3 millones, y la Fundación comunicó su intención de vender al Museo de Budapest otra joya, una “Inmaculada” del Greco. El Ministerio frenó esa operación.

El actual alcalde de Cudillero, Carlos Valle (PSOE), ha desvelado parcialmente el acta de la reunión de 2017 a la que asistieron, además de los patronos privados, Jorge Fernández Sangrador y Antonio Nistal, vicario general y ecónomo de la diócesis de Oviedo, respectivamente; Santiago García Granda, entonces rector de la Universidad de Oviedo, e Ignacio Escribano, por entonces alcalde de Cudillero por el PP. Sobre este último, el actual regidor subraya que “es él, como representante del Ayuntamiento y del Gobierno de Asturias, quien vota a favor del acuerdo de venta del ‘Aníbal’ de Goya y, ojo, así como de cualquier otra obra”. Y añade: “Me indigna que la persona que votó a favor de la única propuesta de venta del cuadro me pida a mí explicaciones”. Valle, en conversación con este periódico, rechazó desvelar el acta de diciembre de 2017 en su integridad.

Con respecto a la operación del cuadro del Greco, el actual alcalde de Cudillero es muy remiso a hablar. Admite que sí estuvo en la reunión del patronato donde se planteó esta venta, el 16 de noviembre pasado. Asegura que no se sometió el asunto a votación y que la presidencia de la entidad se limitó a comunicarles que iban a consultar al Ministerio si el cuadro se podía vender al museo húngaro. El regidor tampoco quiso responder a este diario si en ese patronato expresó alguna reserva ante la venta de una de las joyas de los Selgas. En su comparecencia en la Junta, la consejera de Cultura, Berta Piñán, aseguró que sí hubo votación, que ella no había podido asistir, que delegó su voto en el presidente de la Fundación y que, una semana después, le remitió una carta expresándole que ella no podía dar su conformidad a la venta.

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