Desde hace poco más de un año, la mascarilla se ha convertido en un complemento imprescindible para salir a la calle o realizar actividades de ocio o en el trabajo. La obligación de llevarla puesta como medida de prevención para evitar los contagios por el virus ha cambiado por completo el panorama de las calles y ahora se hace raro ver a alguien si una puesta.

Sin embargo, con la proliferación del uso de la mascarilla ha ido aparejada una problemática que se ha extendido en los últimos meses. Muchos ciudadanos sin carácter cívico o respeto por el medio ambiente o la salubridad de su ciudad o barrio tiran al suelo esta medida de protección y ensucian la calle con ella. Este gesto censurable causó un gran dolor a una familia británica que no pudo hacer por su padre después de que el animal se tragase una mascarilla y falleciese posteriormente.

Tal y cómo escribe el diario británico Mirror, Oscar, un cocker de tan solo 16 meses que vivía con su familia en la localidad de Chester murió tras comerse una mascarilla que había encontrado tirada por la calle. El alambre del tapabocas perforó el intestino del animal. La familia observó el fin de semana como su perro estaba bastante débil y decidieron llevarlo al veterinario. Allí le operaron de urgencia, pero tras una compilación derivada por una sepsis, el animal finalmente falleció.

Las mascarillas FFP2 que han retirado del mercado por ser tóxicas para las pulmones

La Organización de Consumidores y Usurios (OCU) se ha hecho de una retirada de unas populares mascarillas "con grafeno: el uso de este material, que se ha hecho famoso por sus propiedades, puede entrañar riesgos. El problema está en la posible toxicidad pulmonar de las nanopartículas".

"La retirada preventiva por parte de las autoridades sanitarias de Canadá de las mascarillas que contienen grafeno ha disparado las alarmas sobre estos productos, ante el riesgo potencial de la inhalación de nanopartículas de dicho material. Por eso, basándose en el principio de precaución, las autoridades canadienses han retirado estas mascarillas del mercado hasta no contar con una evaluación de su seguridad. En España, la AEMPS ha emitido ya una recomendación similar", explican desde la OCU.