“Con la sensación de estar profundamente concentrada y, a la vez, alucinando”. Así explicó ayer la poeta Berta García Faet cómo fue el proceso de escritura de su libro “Los salmos fosforitos”, foco de debate en su charla ayer en el festival “Poex” de Gijón con el también poeta Rodrigo Olay. “Mi forma de escribir es casi sinestésica; me guío por el color que veo de las palabras”, explicó para justificar que hubiese definido en un texto su corazón como “nazi”: “En mi mente, era amarillo”.

Su interesante recital fue el último de una jornada en el Antiguo Instituto que comenzó con las asturianas Natalia Menéndez e Inés Marful. Presentaron, respectivamente, el feminista poemario “Calibán” y “También la noche”, centrado en el duelo. Hoy, a partir de las 17.30 horas, hablarán Martín López-Vega, Luisa Castro, Luis García Montero, Karmelo C. Iribarren y Marwan.