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En Galicia sí habrá ocio nocturno: así preparan su desescalada

Los aforos no podrán superar el 30%, habrá control en aseos y habrá que guardar las distancias en la zona de baile

La apertura del ocio nocturno en Galicia

Asturias no tiene pensado abrir el ocio nocturno, pero los vecinos gallegos ya planean cómo abrir pubs y discotecas. A los tres meses del inicio del Estado de alarma, buena parte del comercio y otros sectores económicos pudieron reabrir al público, los bares y restaurantes hicieron lo propio –con sus altos y sus bajos– meses después, el levantamiento de los cierres perimetrales volvió a insuflar vida a negocios parados por el nulo turismo, y cuando solo restan tres días para el fin de esta medida adoptada por el Gobierno para paliar las consecuencias del COVID, hay una actividad que continúa aparcada: el ocio nocturno. La Xunta inició hace escasas semanas una primera ronda de contactos con las asociaciones y colectivos de hostelería del ocio nocturno para relatarles cómo se diseñaría la reapertura de pubs, discotecas o salas de conciertos, que, según el borrador al que ha tenido acceso FARO, será “gradual, dinámica y reversible”.

El primer punto es fundamental: solo podrán abrir los locales de los municipios que se encuentren en un nivel de riesgo medio-bajo; es decir, aquellos cuya incidencia acumulada a 14 días sea inferior a 150 casos por cada 100.000 habitantes. A día de hoy, Vigo no cumpliría con esta exigencia al estar encuadrado en un riesgo medio, al igual que otros concellos del área sanitaria como –a día de ayer– Nigrán, Gondomar, Tui, Porriño, Salceda, Ponteareas y Cangas.

A partir de ahí, este borrador, con fecha de 29 de abril, plantea cuestiones relativas al aforo, uso de la mascarilla, distancias de seguridad, registro de clientes y mejora de la ventilación; así como una guía de buenas prácticas para el sector. Con respecto al primer punto, la Xunta deposita en cada establecimiento nocturno el control de los aforos; que en espacios de más de 1.500 m2 deberá ser con un contador continuo. Así, el número de personas dentro del local no podrá superar el 30% mientras que en terrazas o al aire libre se limita al 50%. El consumo en estos espacios deberá hacerse siempre sentado, con un máximo de cuatro personas por mesa. En cuanto a las pistas de baile, se permite su uso pero su aforo se limitará a 3m2 por cada usuario. Este control de afluencia también se llevará a cabo en los aseos, cuya ocupación máxima será de 4m2.

El uso de la mascarilla será obligatoria excepto en el momento de consumir; y en cuanto al tabaco, está permitido fumar –incluidas cachimbas– en las terrazas siempre y cuando haya una distancia de dos metros con otras personas. En relación a las salas de fiesta o conciertos, estos podrán volver a realizarse, pero quizás no todos los miembros del grupo tengan cabida en los escenarios: primero, deberá de haber un espacio de seguridad entre público y escenario de tres metros; y entre cada miembro del grupo musical una distancia de 1,5 metros. Los hosteleros deberán, ante cada cliente, solicitar toda documentación posible: nombre, apellidos, teléfono, fecha y hora de la entrada; y deberán conservarlos al menos hasta tres meses. Respecto a la ventilación; no deberá superar los 800 ppm de concentración de CO2.

Por ello, entre sus propuestas, destaca el requerir una PCR o test de antígenos a los asistentes, de modo que garanticen que “el que acceda a los locales va a estar bien, sano, así no sería necesario tanta restricción de aforo que motivará a muchos a no abrir”, amplía Rodríguez, que apuesta por el 50-60% en interiores y un 75% en terrazas.

A última hora de ayer, cinco colectivos de hostelería de la provincia y comunidad, se encontraban inmersos en la negociación de la propuesta que trasladarán previsiblemente hoy a la Xunta sobre las cuestiones que consideran claves en la reapertura, que aboga también por habilitar completamente las pistas de baile habilitadas, un aforo en el interior sin distanciamiento, medidores CO2 o geles hidroalcohólicos en aseos y accesos. 

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