Organizadores de los “otros Feten”, ferias de espectáculos infantiles que se han vuelto referentes, con modelos similares al del festival gijonés, en otras partes del globo, protagonizaron ayer el primer acto de la edición del encuentro de este año en una reunión telemática moderada por Marián Osácar que se saldó con varias ideas comunes: la importancia del apoyo público para sacar adelante este tipo de espectáculos, la buena acogida que suele tener la programación cultural para público familiar y la necesidad de crear lazos para que artistas asentados en sus países de origen puedan darse a conocer en el extranjero.

El encuentro contó con Cyrille Planson, cofundador del festival francés Petits et Grands –pequeños y grandes en español–; con Idoya Otegui, responsable de Titirijai, el Festival Internacional de Marionetas de Tolosa, y María Sepúlveda, directora de la Feria Iberoamericana de Artes Escénicas para la Infancia y Juventud de Chile. Planson, con el apoyo de una intérprete, explicó que su festival tiene una década de recorrido y que lo realiza cada dos años, con unas 120 representaciones por edición y ante 1.200 personas. El 80% de su financiación es pública e intenta invitar siempre a artistas y compañías de otros países de Europa y de Canadá. Sepúlveda explicó que inició su andadura con su festival chileno, también bienal, en 2017, pero que la de 2019 tuvo que anularse por los conflictos sociales que atravesaba el país. Ahora, dijo, se están “reinventando”. Otegui, por último, da por asentado su Titirijai y defendió la importancia de los espectáculos para niños, “los espectadores del futuro”. Su festival, por ejemplo, acuerda con los colegios tener horas libres de clase para poder ver una pieza teatral cada mañana durante su feria.