Sin lugar a dudas, la tabla de cortar es uno de los utensilios de cocina que más sufren. Está expuesto a la erosión de los cuchillos, a los jugos de frutas y verduras y a las bacterias de productos frescos como la carne o el pescado, que, en muchos casos, acaban por penetrar y acumularse en la tabla. Por eso, limpiarla bien es tan importante.

Para evitar malos olores e intoxicaciones, no basta con limpiar la tabla con agua y jabón bajo el grifo. Generalmente, esto no es suficiente para obtener un buen resultado. Para ello, existen diferentes trucos, fruto de la sabiduría popular, que ayudan a dejar la tabla de cortar como nueva. Eso sí, hay que tener en cuenta que esto de la limpieza no es una ciencia exacta, por lo que una práctica que es útil para unos, no lo es tanto para otros.

Para elegir el truco ideal para limpiar la tabla, hay que tener en cuenta un factor fundamental: el material del que está hecho la tabla. Tradicionalmente este artículo se elaboraba con madera. Una de las más apreciadas para la fabricación de tablas es la de bambú, por ser precisamente menos permeable que otras maderas. Si bien, en los últimos años, priman las de plástico, por ser más higiénicas y fácil de limpiar.

Pero si lo que tenemos es una tabla de cortar de madera, de las clásicas, debemos ser especialmente cuidadosos. Para ello, una de las mejores opciones está en echar sal gorda sobre la tabla. Luego se frota la superficie con medio limón, apretando ligeramente, para que expulse el jugo. Posteriormente se debe aclarar con agua.

Con este truco, no sólo se consigue quitar la suciedad de la tabla, sino que también se logra eliminar impuras y malos olores.

Pero, ¿qué pasa si mi tabla es de plástico? Porque, aunque es más sencilla de limpiar, también hay que prestarle especial atención. Para ello, uno de los productos más recomendados es el vinagre de limpieza. Se debe rociar con este producto y dejar actuar durante unos cinco minutos. Luego se aconseja aclarar y, posteriormente, dar una segunda pasada con agua oxigenada. Volver a dejar reposar durante 5 minutos y, nuevamente, limpiar con agua, aunque esta vez también con jabón. Aclaramos y la tabla estará completamente lista.

Realizar este tipo de tareas es fundamental para mantener la cocina limpia y libre de gérmenes. Sobre todo, teniendo en cuenta que se trata de superficies que entran en contacto directo con alimentos que luego ingerimos.