Quieren que se les permita decidir en qué género se enmarcan y quieren que ese derecho a la autodeterminación de género esté incluido en la ley trans que con su abstención el PSOE ha paralizado en el Congreso de los Diputados.
El colectivo trans asturiano se sumó ayer a esa reivindicación desplegando una bandera en la plaza de la Escandalera de Oviedo. Se trata de una acción que se está desarrollando en numerosas ciudades españolas y que concluirá el próximo 28 de junio en Madrid coincidiendo con el Día del Orgullo.
Alrededor de un centenar de personas acudieron a la llamada en Oviedo de la Federación estatal de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales que solicita la aprobación de la ley integral y que en Asturias estuvo respaldada por Xega.
El vicepresidente de la esa federación estatal, Manel Fernández Noriega, demandó ese derecho a la autodeterminación de género, “que es un derecho humano” y pidió “que el gobierno apoye la ley y que todos los ministerios implicados se pongan a trabajar juntos para que esa aprobación llegue cuanto antes”.
Los manifestantes congregados ayer entienden que esa autodeterminación de género que reclaman debe ser el tronco central de la nueva norma. Para ello reclaman “sentarse a trabajar” porque para ellos “no hay otra forma de diseñar esa ley sin que esa libre autodeterminación esté en el articulado central”, un articulado en el que también piden “que se integren todos los derechos de los menores trans”.
Sobre esta base teórica y reivindicativa se pasó a la práctica de vocear consignas y agitar banderas. “Trans, trans, trans, transformar la sociedad” fue uno de los gritos de los congregados, chicos, chicas, hombres, mujeres, niños y niñas que se identifican como ellos quieren y no como parte de esta enumeración de géneros masculinos y femeninos. Tienen claro, como corearon que “la lucha sigue, cueste lo que cueste” y que “negar derechos es violencia”.
Lo han visto muy cerca, han visco como el Congreso de los Diputados debatía la ley trans y el PSOE les echó un jarro de agua fría con su abstención. Precisamente por eso que ellos piden, por la autodeterminación de género. La propuesta del Ministerio de Igualdad, que dirige Irene Montero (Podemos) sí que incluye esa autodeterminación pero el PSOE entiende que no debe ser así. La disputa ha provocado importantes fricciones entre los socios de gobierno.
El colectivo está más allá de esas diferencias políticas y piden consenso. Un consenso que quisieron reclamar ayer en una reunión fallida con representantes e los grupos políticos en la Junta General del Principado. Los manifestantes pidieron al presidente de la cámara, Marcelino Marcos Líndez, que firmase la bandera que minutos después iban a desplegar en la Escandalera. El político rechazó la invitación argumentando que como representante político no podía hacerlo sin que ese gesto de apoyo a la reivindicación fuese aprobado por la mesa de la cámara. Los manifestantes decidieron entonces, sin mayores aspavientos, que no se celebraría la reunión y se trasladaron a la Escandalera.
