El horno es, sin lugar a dudas, uno de los electrodomésticos que más se ensucian de la cocina. Las altas temperaturas a las que cocinan y su hermetismo hacen que la grasa se acumule con facilidad en él. Tanto en sus paredes como en bandejas y rejillas. Además de un punto estético, la limpieza del horno es importante para que en futuras elaboraciones la comida no coja sabor.

Por ello, hay una serie de trucos que pueden ayudar a dejar el horno como nuevo. Antes de comenzar, lo más importante es saber si se trata de un horno pirolítico o no. En caso afirmativo, lo tendremos muy fácil. Bastará con activar la función pirólisis, que elevará la temperatura del interior del electrodoméstico por encima de los 400 grados hasta cremar cualquier resto de comida. Una vez finaliza el proceso, tan solo tendremos que pasar un trapo húmedo por el horno y la bandeja.

En caso de que el horno no disponga de pirólisis, la fórmula es muy fácil: se cubre con una película de agua la bandeja y se le añade un chorro de lavavajillas o desengransante. Se introduce en el horno y se activa a la máxima potencia posible. Se deja actuar unos 20 minutos, tras los cuales se retira con cuidado del horno. Una vez fuera, y sin que se llegue a enfriar del todo, pasamos un estropajo y aclaramos. La bandeja quedará como nueva.

Este truco también es eficaz para limpiar el horno en general. Si bien, en estos casos lo ideal es retirar las bandejas de horno, para garantizar una mayor eficacia. Tras los 20 minutos con la temperatura al máximo, se aconseja limpiar con un estropajo húmedo y aclarar con una bandeja. El horno quedará como recién salido de fábrica.

Además, también existen otras fórmulas para esta tarea. Está la clásica mezcla del vinagre y el bicarbonato. Se debe mezclar una proporción igual de vinagre y agua caliente con abundante bicarbonato. La mezcla debe hacerse en un bol y el resultado ha de ser un engrudo de aspecto cremoso. Se debe aplicar en las zonas más sucias y dejar actuar entre tres y cuatro horas. Posteriormente se aclara con agua tibia.

Otra habitual es aplicar la misma mezcla sustituyendo el vinagre por zumo de limón. El resultado será similar -el horno quedará como nuevo- pero el olor es bastante más atractivo.

Limpiar el horno es una de las tareas más arduas. Y es que además de ser algo laborioso, lo que hace que sean muchos los que prefieren dejar para otro momento -que nunca termina por llegar- esta tarea; las manchas del horno son muy difíciles de quitar. Además de estos trucos caseros, también pueden emplearse productos específicos para ello. Ofrecen buen resultado y pueden encontrarse en cualquier supermercado.

Además, antes de aplicar cualquiera de estos consejos, es recomendable leer las instrucciones del electrodoméstico para corroborar que ninguna de ellas perjudicará el funcionamiento del horno.