“Forma Antiqva”, la formación de los hermanos Zapico (Aarón, Pablo y Daniel), será la encargada de poner el cierre al ciclo Primavera Barroca de Oviedo. Mañana, miércoles, a las 19.00 horas (entradas agotadas), clausurará la edición de este año en la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe de Oviedo con “Farándula castiza”.

Con la producción que presentarán mañana buscan “retratar el bullicio de Madrid 1750”, en palabras del director de la formación barroca, Aarón Zapico. Un Madrid “que era una ciudad supercosmopolita, en la que se mezclaba la música española con la francesa y la italiana en un batiburrillo de creatividad increíble”.

En la segunda mitad del siglo XVIII en Madrid “se potenciaban las tonadillas, seguidillas, fandangos y villancicos, pero tampoco le hacían feos a la influencia de músicos de otros lugares, en especial italianos o franceses”. Así, en el programa sonarán piezas de Nebra, Conforto y Corselli, pero también algún reciente descubrimiento, una sorpresa inesperada apellidada Basset, Castel o Mele, apunta Zapico.

Las entradas para el concierto están agotadas desde hace semanas. Casi una constante en todas las sesiones de la Primavera Barroca, el ciclo organizado por la Fundación Municipal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo y el Centro Nacional de Difusión Musical. Así, tras un año de éxito después de un año de aplazamiento por la pandemia, Aarón Zapico, uno de los directores e instrumentistas más reconocidos en el ámbito de música barroca, entiende que “el paso natural de la Primavera Barroca es que dure más de una estación”, es decir, que se prolongue más tiempo, y que vaya a una sala mayor. Eso sí, señala, “no todo tiene que ser para miles de personas y la música de cámara tiene que existir pero es cierto que el aforo es muy reducido”.

El ciclo ovetense se ha consolidado en ocho ediciones como uno de las citas nacionales de la música barroca y en Oviedo supone, en palabras de Zapico, “un balón de oxígeno que complementa muy bien la temporada de la OSPA, los conciertos del auditorio y la temporada de Ópera”.

Aarón Zapico reconoce que no le preocupa “en absoluto” que el público entienda o no la música barroca, “lo único que me preocupa, y más en este tiempo de pandemia, es que los artistas y los músicos logremos que al público le merezca la pena salir de casa para ir a vernos”.