El escritor francés Emmanuele Carrére ha sido galardonado con el premio "Princesa de Asturias" de las Letras 2021.

En su última entrevista con LA NUEVA ESPAÑA, el pasado mes de marzo el autor francés afirmaba: "“Mi neurosis no me permite ser la persona más feliz del mundo”

En su último libro, "Yoga" (Anagrama), relata su último crack-up, cuando intentaba escribir un librito anodino sobre la meditación, que practica desde hace treinta años: vivió de cerca el atentado de Charlie Hebdo –un amigo murió allí– y la crisis de los refugiados, a los que prestó ayuda; sufrió una depresión de campeonato que requirió electroshocks, y perdió a su editor. También se separó de su segunda esposa, la periodista Hélène Devynck, pero eso el lector no lo encontrará porque su ex impuso su derecho a veto en el contrato de divorcio y no le gustó nada lo que leyó.

El acta del jurado destaca como "Emmanuel Carrère ha construido una obra personalísima generadora de un nuevo espacio de expresión que borra las fronteras entre la realidad y la ficción. Sus libros contribuyen al desenmascaramiento de la condición humana y diseccionan la realidad de manera implacable". "Carrère dibuja un retrato incisivo de la sociedad actual y ha ejercido una notable influencia en la literatura de nuestro tiempo, además de mostrar un fuerte compromiso con la escritura como vocación inseparable de la propia vida", añade el jurado.

Emmanuel Carrère nació en París el 9 de diciembre de 1957. Escritor, guionista y realizador francés, es diplomado por el Instituto de Estudios Políticos de París. Vivió dos años en Surabaya (Indonesia) trabajando como profesor de francés. Debutó como crítico de cine en las revistas Positif y Télérama. En 1982 publicó su primera obra, Werner Herzog, una monografía sobre este realizador, y al año siguiente apareció su primera novela, L’amie du jaguar. Publicó después Bravoure (1984) (Bravura, 2016) y en 1986, La moustache (El bigote, 2015), que en 2005 adaptó al cine y que, en opinión de John Updike, «te deja KO en menos de 150 páginas». Ha sido miembro del jurado internacional del Festival de Cannes (2010) y del jurado del Cinéfondation, así como de la sección de cortos de Cannes (2012). En 2015 fue miembro del jurado del Festival Internacional de Cine de Venecia.

A partir de su obra L’Adversaire (2000) (El adversario, 2006), sobre el asesino Jean-Claude Romand, que obtuvo gran éxito de crítica y público, Carrère abandonó la ficción y comenzó a escribir textos en los que narra su propia experiencia o las vidas reales de otras personas y de personajes históricos. Él insiste en que esta obra y las siguientes no son obras de ficción: «La verdad que no sé cuántas veces hay que decir que las cosas son verdad, que ocurrieron como están relatadas. Lo escribo varias veces en el libro y aun así parece que hay gente que no está dispuesta a entender que se puede escribir algo que sea verdad, que hay mucha gente que hace una conexión directa entre “literatura” y “novela”, que considera que la literatura solo puede ser ficción». Este tipo de texto, en el que se entrecruzan hechos y personajes de la vida real con reflexiones sobre el acto de escribir y la experiencia del propio autor, es también el que aparece en sus siguientes obras, Un roman russe (Una novela rusa, 2007) o D'autres vies que la mienne (2009) (De vidas ajenas, 2011), en la que las historias marcadas por la enfermedad, el duelo y la desgracia de varios personajes se entrecruzan, y en la que habla del tsunami de 2004, que vivió en primera persona.

Apasionado lector de ciencia ficción, sus siguientes obras son Limónov (2011) (en español, 2012); Le Royaume (2014) (El Reino, 2015), sobre el nacimiento del cristianismo; Je suis vivant et vous êtes morts: Philip K. Dick, 1928-1982 (1993) (Yo estoy vivo y vosotros estáis muertos. Un viaje en la mente de Philip K. Dick, 2007), una biografía novelada de este escritor estadounidense; Il est avantageux d’avoir où aller (2016) (Conviene tener un sitio a donde ir), recopilatorio de textos periodísticos y ensayos; y Yoga (2020), calificada como «lección de tinieblas», «magistral», «luminosa» o «de sinceridad desarmante», entre otras opiniones que corroboran su éxito. Carrère tiene también una destacada actividad cinematográfica y televisiva, ya sea como guionista, adaptador de novelas, realizador o escenógrafo. Ha realizado también documentales y reportajes y algunas de sus novelas han sido adaptadas al cine, como la ya citada El bigote o La Classe de neige, premio especial del jurado en Cannes (1998).

Carrère ha recibido el Premio Kléber Haedens (Francia, 1988), el Grand Prix de la Science-Fiction (Francia, 1987), el Premio Femina (Francia, 1995) y el Premio Renaudot (Francia, 2011) por Limónov. En 2017 la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (México) le otorgó el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances y recibió el Premio Villa Kujoyama de Kioto (Japón).

Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de las Letras se concederá a “la labor de cultivo y perfeccionamiento de la creación literaria en todos sus géneros”.

En esta edición concurría al galardón de las Letras un total de 33 candidaturas de 20 nacionalidades.

El fallo se ha conocido esta mañana después de la reunión mantenida por el jurado de forma telemática. Este es el quinto de los ocho galardones internacionales que ha concedido este año la Fundación Princesa de Asturias en la XLI edición de sus galardones. A este premio optaban un total de 33 candidaturas de 20 nacionalidades. 

Los Premios Princesa de Asturias están destinados, según señala su Reglamento, a galardonar “la labor científica, técnica, cultural, social y humanitaria realizada por personas, instituciones, grupos de personas o de instituciones en el ámbito internacional”. Conforme a estos principios, el Premio Princesa de Asturias de las Letras se concederá a “la labor de cultivo y perfeccionamiento de la creación literaria en todos sus géneros”. El Premio está dotado con una escultura de Joan Miró –símbolo representativo del galardón−, un diploma, una insignia y la cantidad en metálico de 50 000 euros. 

 

El jurado del premio de las Letras estaba compuesto por: Santiago Muñoz Machado (presidente del jurado), Fernando Rodríguez Lafuente (secretario del jurado), Xuan Bello Fernández, Blanca Berasátegui Garaizábal, Anna Caballé Masforroll, Gonzalo Celorio Blasco, José Luis García Delgado, Jordi Gracia García, Lola Larumbe Doral, Antonio Lucas Herrero, Carmen Millán Grajales, Rosa Navarro Durán, Leonardo Padura Fuentes, Laura Revuelta Sanjurjo, Carmen Riera i Guilera, Iker Seisdedos García, Jaime Siles Ruiz, Diana Sorensen y Sergio Vila-Sanjuán Robert .