Coordinación entre las administraciones, equilibrio a la hora de ponderar exigencias y ayudas, y hacer un esfuerzo por salvaguardar el verdadero significado del Camino de Santiago. Esas son las claves que, según desgranaron ayer en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA el diplomático Alberto Aza y los catedráticos de universidad María Rosario Alonso e Isidro Bango, permitirán activar una política efectiva de defensa y protección de los itinerarios jacobeos y de su patrimonio. Un debate que centró la última de las jornadas técnicas “Oviedo, origen del Camino”, que organiza LA NUEVA ESPAÑA, con la complicidad del Ayuntamiento de Oviedo, y patrocina AC Hotel Oviedo Forum.

El debate estuvo precedido por la intervención de Alfredo García Quintana, concejal de Hostelería, Turismo y Congresos del Ayuntamiento de Oviedo, que esbozó una política municipal de defensa y promoción del Camino Primitivo basada en el respeto por la naturaleza de la vía santa, sin distorsiones como las que se han producido en otros lugares. “No debemos, como se ha visto en otros lugares, caer en el error de transformar todo ese potencial en una especie de parque temático que lo desvirtúe. Por eso es necesario seguir los consejos de los expertos”, señaló García Quintana.

La intervención del concejal ovetense fue celebrada por los ponentes, que insistieron en la necesidad de equilibrar los intereses públicos y privados a la hora de aplicar las estrategias de protección del patrimonio asociado al Camino. “El Camino de Santiago es un bien complejo, que no es fácilmente individualizable ni identificable”, explicó María Rosario Alonso, catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo, quien desgranó las sucesivas leyes y estrategias de protección del Camino de Santiago desde 1962 hasta la actualidad, haciendo especial énfasis en la legislación asturiana. Su conclusión es que es preciso actualizar las políticas de protección del Camino, desarrollando también de forma plena los mecanismos que contempla la legislación y reforzando la coordinación entre las administraciones.

Los participantes en el encuentro dedicaron parte del mismo a analizar cómo las exigencias que implica su elevada protección pueden entrar en colisión con los derechos o las pretensiones de los propietarios. Alberto Aza, Consejero Permanente de Estado y presidente de la Sección Quinta del Consejo de Estado de España, incidió en que para activar una protección específica hay que “conocer las prioridades con claridad y ver qué bienes se protegen” y tomar “decisiones justas y velar siempre porque primer un equilibrio entre los intereses públicos y los privados, y que los sujetos particulares que puedan verse afectados por esas medidas de protección no vean menoscabados sus derechos”.

En relación a esta problemática, Isidro Bango, catedrático jubilado de Arte Antiguo y Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid, recordó cómo, en el momento en que se produjo el primer reconocimiento de la Unesco al Camino de Santiago, con la declaración como Patrimonio de la Humanidad en 1993, muchos pequeños ayuntamientos se aprestaron a reclamar su inclusión dentro de los itinerarios oficiales, y “a los dos años más de la mitad de los pueblos no querían pertenecer al Camino porque les impedía moverse a la hora de actuar sobre el territorio”.

Bango, además, reivindicó la necesidad de “depurar el concepto de Camino de Santiago” partiendo de una base rigurosamente histórica, para así llegar a “conservar y entender el significado del Camino, y que a su vez esto sirva de base a nuestros actuales ‘marchadores’, que son los que han hecho realmente el Camino marchando por él y teniendo ese mundo, que recrean en su imaginación”. Una reflexión en la que Bango remitió además a unas palabras previas de Alberto Aza, que lleva casi tres décadas peregrinando por todos los caminos españoles, y que aseguraba que, a su juicio, “el Camino es uno mismo, porque cada uno lleva su ser, su personalidad y los problemas de su vida en sus itinerarios, constituyendo una especie de imaginario real e irreal, que configura el escenario donde camina una persona, ella sola, en su propia experiencia”.

García Quintana: “Durante mucho tiempo hubo un abandono del Camino”

Alfredo García Quintana. | Irma Collín

Alfredo García Quintana, concejal de Hostelería, Turismo y Congresos del Ayuntamiento de Oviedo, lamentó que “durante mucho tiempo hubo un abandono inexplicable del Camino, también en su señalización”. Una situación que el actual Equipo de gobierno trabaja por rectificar, en el convencimiento de que la condición de Oviedo como origen de las peregrinaciones a Santiago puede ser clave para el futuro desarrollo de la ciudad. “Este patrimonio forma parte del rico legado histórico que todos compartimos. Tenemos que reivindicar y poner en valor a Oviedo como origen del Camino, un hito fundacional que muchas personas desconocen”, señaló García Quintana. En torno a este legado, García Quintana quiere “vertebrar” toda una oferta turística y cultural que sitúe a Oviedo como destino preferente. “La marca ‘Oviedo, origen del Camino’ es fundamental para recuperar y vertebrar esa oferta”, señaló García Quintana.

Alonso: “Es necesario reforzar y actualizar la protección de la vía”

María Rosario Alonso. | Irma Collín

María Rosario Alonso, catedrática de Derecho Administrativo de la Universidad de Oviedo, sintetizó la evolución de la protección patrimonial del Camino de Santiago desde 1962 –cuando se declara el itinerario “Conjunto histórico-artístico”– hasta la actualidad, dejando clara la complejidad de establecer una política efectiva de protección sobre estos bienes, pero desvelando también las lagunas de la legislación. “Es necesario reforzar y actualizar la protección del Camino de Santiago”, señaló Alonso, que instó a la administración autonómica a desarrollar una norma urbanística con rango de Plan Especial –ya contemplada en la Ley 1/2001, de Patrimonio Cultural, del Principado de Asturias– para articular esa protección desde un ámbito supramunicipal. “Para proteger el Camino no se pueden hacer aproximaciones sectoriales, hay que entender que es un bien cultural complejo, que es también un recurso económico y estratégico en las políticas de desarrollo”, señaló.

Aza: “Se debe escuchar a las entidades privadas que trabajan por el Camino”

Alberto Aza. | Irma Collín

Alberto Aza, Consejero Permanente de Estado, incidió en que la gestión del patrimonio vinculado al Camino es “un tema cada vez más complejo debido al incremento del número de viajeros, peregrinos y visitantes a los Caminos de Santiago, porque los grandes números provocan complicaciones”. En esta línea, Aza instó a las administraciones a “escuchar con relativo o mucho interés a las organizaciones privadas que se dedican a estimular, conservar y a trabajar en favor de la idea y el proyecto del Camino de Santiago”. Unas entidades, aclaró Aza, que suelen estar formadas por antiguos caminantes que, si bien tienen ideas dispares sobre el Camino, también tienen “una vocación de preservación” y amplio conocimiento sobre el terreno. Además, Aza animó a todos los presentes en el Club Prensa Asturiana, y a los que seguían el debate por lne.es, a hacer el Camino, añadiendo que el Primitivo “es probablemente el itinerario más bello”.

Bango: “Necesitamos una buena cartografía y señalización”

Isidro Bango. | Irma Collín

Isidro Bango, catedrático jubilado de Arte Antiguo y Medieval de la Universidad Autónoma de Madrid y figura de referencia en los estudios históricos sobre el Camino de Santiago, insistió en que lo fundamental a la hora de proteger el legado jacobeo pasa por “salvar el verdadero significado y función del Camino”, tomando como base la realidad histórica y no “visiones sesgadas” que distorsionan la visión de las peregrinaciones, y alertó contra ciertas modas, perceptibles incluso en el ámbito académico, que se sirven del reclamo del Camino con objetivos mercantilistas. Más allá de esta cuestión crucial, Bango señaló que es preciso “hacer una buena cartografía de los caminos, explicar por qué van por un lugar y no por otro, también recuperar caminos que han desaparecido, y desarrollar una buena señalización”. Estas actuaciones, precisó Bango, son el punto de partida para después concretar qué hay que conservar dentro del Camino de Santiago.