El barítono de Castrillón David Menéndez prepara su vuelta al Teatro Bolshoi de Moscú, un escenario destacado en el mundo de la ópera con el que este intérprete asturiano lleva años colaborando. Ahora Menéndez regresará al Bolshoi para cantar entre el 28 de junio y el 5 de julio, ahora que la actividad operística comienza a retomarse en todo el mundo. Interpretará “Il viaggio a Reims”, la obra de Rossini que este barítono castrillonense ha interpretado ya en numerosas ocasiones. La pandemia le ha hurtado otras oportunidades de cantar: “Estaba también previsto mi debut allí en el personaje de Fígaro en ‘Las bodas de Fígaro’, de Mozart. Y también como Leoporello en ‘Don Giovanni’ en la nueva producción que preparaba el Bolshoi, pero se han quedado en el aire”.

La compañía artística del Bolshoi se nutre en su mayoría con cantantes rusos, “pero a veces se pueden invitar a artistas internacionales”, explica Menéndez. “Sin embargo, es verdad que con toda la situación de pandemia, han optado por recurrir aún más a los artistas nacionales”. Para el barítono asturiano, que la temporada que viene intervendrá en la Ópera de Oviedo y en el Teatro Real de Madrid, España ha dado un giro importante y apuesta más por los artistas españoles. “En parte por las limitaciones de viaje, porque muchos cantantes no pudieron venir. Pero también parece que hay una mayor concienciación”. Eso es algo que satisface a Menéndez, consciente de que muchos colegas solo han recibido la atención de los programadores españoles cuando han triunfado en el extranjero. Su caso, no obstante, es distinto. “Yo siempre he podido hacer carrera aquí, y casi todos mis roles los he debutado en España”, asegura.

Su última intervención en Oviedo fue en los Conciertos del Auditorio el pasado 30 de mayo, con la Sinfonía nº 9 de Beethoven, junto a la Oviedo Filarmonía y su titular, Lucas Macías. “Es una obra que canto muy a menudo, con la que me siento cómodo. La debuté con el director Jesús López Cobos hace casi veinte años”, afirma. Y añade: “Él se reía mucho porque no calentaba la voz antes de intervenir en el último movimiento. Y me decía: en la entrada del cuarto movimiento he visto fracasar a muchos grandes”.

El concierto del pasado día 30 fue la primera vez que intervino en Asturias como solista en “La Novena”. “Me da que pensar. Hay obras que canto con bastante asiduidad pero no aquí, en casa. Un ejemplo puede ser el oratorio de ‘El Mesías’, que incluso alumnos míos lo han cantado en algunas de las muchas veces que se ha hecho en Oviedo. Pero yo nunca he participado, y todo a pesar de que es una obra que interpreto con frecuencia, desde bolos con la orquesta del conservatorio, cuando empezaba mi carrera, hasta en escenarios como el Palau de la música catalana, en el Auditorio de Barcelona, en Roma... Lo he cantando en millones de sitios, menos en Oviedo”, asegura.

Menéndez recupera poco a poco la actividad artística que tenía antes de la pandemia. Pese a las cancelaciones y reprogramaciones, asegura que durante el último año y medio siempre ha tenido trabajo mientras los teatros pudieron estar abiertos. “Todas las reprogramaciones están muy bien, pero empezamos a tener problemas de horarios, que te obligan a renunciar a algunos proyectos que ya estaban firmados por cuestiones de fechas que se superponen”, añade.

Además de su vuelta al Bolshoi, Menéndez tiene muchas expectativas puestas en el recital que ofrecerá el próximo 8 de agosto dentro del Festival Malloròpera, en Mallorca. “Es un festival muy joven, pero muy puntero” en el que compartirá cartel con Ainhoa Arteta y Ermonela Jaho. Apunta asimismo Menéndez el apoyo que observa de Baleares hacia la cultura frente la pasividad de Asturias “por no haber solucionado los problemas del Auditorio Príncipe Felipe para que se hubiese podido ampliar el aforo de público del concierto de la Novena de Beethoven, o al menos haber ofrecido dos conciertos, en vez de uno solo”.