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El Niemeyer rescata a Ponç del olvido

“Estoy encantada y agradecida con esta exposición”, destaca la viuda del artista surrealista en la inauguración de su muestra antológica

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Inauguración de la muestra de Joan Ponç en el Niemeyer. Mara Villamuza

El mundo del arte tenía una cuenta pendiente con Joan Ponç y el Centro Niemeyer ha aportado su grano de arena para saldarla. La cúpula del complejo cultural avilesino estrenó ayer “Joan Ponç, la esencia de lo mágico”, exposición que reúne más de 60 obras de un autor imprescindible para conocer las vanguardias artísticas en España y que quedó relegado a un segundo plano tras grandes maestros surrealistas como Tàpies, Miró o Dalí. “Estoy encantada y muy agradecida con este museo y esta exposición. Él estaría contento”, destacó en el acto inaugural Mar Corominas, viuda de Ponç, quien compartió con los asistentes la pulcritud con la que trabajaba su marido. “Para él era muy importante tener la paleta limpia. Él consideraba básico en la pintura que los colores tuvieran luz”, expuso.

Detalle del cuadro “Retrato de Roser”. | M. V.

El director del Niemeyer, Carlos Cuadros, incidió en que “es mucho lo que el mundo del arte debe a Pons”. “La apuesta del Centro Niemeyer por producir esta exposición antológica pretende corregir esta injusta situación”, aseveró en su intervención.

Detalle del cuadro “La Ruche”. | M. V.

Los óleos, acuarelas, dibujos, aguafuertes y fotografías que se exponen en la cúpula del Niemeyer repasan cuatro décadas de creación artística, desde los inicios de Pons en 1940 hasta su fallecimiento en 1984. Para la comisaria Alicia Vallina, la que se puede visitar hasta el próximo 10 de enero en el Niemeyer es una “exposición absolutamente única” que “supone la vuelta al camino de la vida de uno de los artistas más importantes y emblemáticos del arte español del siglo XX, imprescindible para la comprensión de las vanguardias artísticas”. Bajo la cúpula se guarda “un universo mágico, tortuoso, que ejemplifica los miedos del ser humano en sus más altas cotas de individualidad”.

Detalle del cuadro “Tres rostros”. | M. V.

Pons, subrayó Vallina, fue “un artista absolutamente único, visionario, un trovador del más allá” que sabía que “solo dentro de la muerte lograría la eternidad”. “Su obra ha permanecido sepultada en el olvido, por otros grandes nombres con los que él compartió amistad, vivencias y experiencias. Sus obras nos invitan a todos a encontrar lenguajes nuevos, tan variados como obsesivos y que se muestran en esta exposición”, destacó.

En el acto inaugural participaron, además, Sarah Sabine Ponç, nieta del autor; Yolanda Alonso, concejala de Cultura del Ayuntamiento de Avilés; Pablo León, director general de Cultura del Principado, y Alfredo Fernández Santos, de Banco Sabadell, quien hizo pública la voluntad de que la obra de la Fundación Banco Sabadell se exponga en el Niemeyer, que ha rescatado a Ponç del olvido.

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