Las riñas entre hosteleros y clientes insatisfechos en la red son de lo más frecuente. Especialmente en las páginas webs especializadas, donde algunos comensales parecen exagerar los fallos de los restaurantes y los empresarios se abochornan con más fuerza ante los malos comentarios. Algo así es lo que ha pasado en el caso de un restaurante de Oviedo a cuenta del uso de los vasos de sidra.

La crítica en cuestión, firmada a comienzos del mes de marzo, comenzó así: "Normalmente no me gusta criticar en exceso el mal servicio, porque todos podemos tener un mal día, pero en esta ocasión lo considero una serie de catastróficas desdichas. Llegamos para picar algo y tomar unas sidras, por lo que el lugar era el indicado basándonos en su nombre. Éramos cuatro personas y nos ofrecen tres vasos alegando que habían tenido un 'boom' de gente y que no tenían vasos limpios, por lo que tendríamos que compartir uno. Menos mal que éramos dos parejas o en ese momento nos levantamos para irnos, pero demuestra o falta de previsión o desidia de niveles astronómicos".

La crítica continúa: "Pedimos tres cosas para picar y no había ninguna, así que al final nos decantamos por un picadillo que nos sabía a carne de hamburguesa especiada que no estaba mala, pero viniendo de Galicia me esperaba algo como zorza. Eso sumado a que una de las sillas de nuestra mesa estaba un poco rota aunque no dijimos nada porque viendo lo del vaso igual nos sacaba una para que la montáramos nosotros. Pagamos y nos fuimos para no volver. El personal fue atento, pero lo considero escaso para la gente que tenían".

La respuesta del hostelero tardó en llegar unos 6 meses. Pero no dejo indiferente a nadie: "Sobre el tema de los vasos de sidra, quitando la situación actual en la que estamos inmersos, en la cultura sidrera de Asturias siempre había sido bastante habitual dar una cantidad menor de vasos (de ahí la costumbre de dejar un pequeño poso al beber que se debe arrojar por donde se ha bebido). Aún así, si cualquier cliente nos lo solicita siempre se dan vasos adicionales, y de vasos de sidra no solemos andar escasos".

Las explicaciones continuaron: "Por supuesto, de haber sabido algo al respecto de la silla hubiéramos buscado alguna opción para resolverlo, pero lógicamente, al no decirlo no pudimos actuar. Nos alegra leer que consideraseis atento a nuestro personal, puesto que es muy importante para nosotros que nuestros clientes queden a gusto con el mismo. Por cierto, en general, la gente que prueba nuestro picadillo está bastante conforme con el sabor... nada que ver con carne de hamburguesa desde luego".