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Menchu, actriz de teatro

La locutora actuó en 2011 en Ribadesella: “Estaba a la altura de los profesionales”, indica el director, Milio Ureta

Por la izquierda, Emilio Serrano, Menchu Álvarez del Valle, Milio Ureta y Myriam Pando, durante los ensayos de “Muerte de un viajante”, en 2011. | | LNE

A Milio Ureta, que había trabajado con profesionales del teatro en Madrid y Barcelona, le propusieron un buen día, hace diez años, dirigir en Ribadesella una obra relacionada con la mujer. Dijo sí y adaptó “Muerte de un viajante”, de Arthur Miller. La sorpresa llegó cuando conoció a las tres personas que lo acompañaron en la representación: el empresario Emilio Serrano, Menchu Álvarez del Valle, abuela de la entonces Princesa de Asturias, y la en aquel momento directora del instituto riosellano, Myriam Pando. Más sorprendido se quedó aún cuando los escuchó por primera vez, porque en aquella lectura teatralizada demostraron que estaban “a la altura de los profesionales”. “Menchu era una mujer con mucho talento, una capacidad extraordinaria y un nivel técnico a la altura de cualquier actriz profesional. Me sorprendió que con 83 años tuviera aquella lucidez mental, entendía todos los matices del texto. Me fascinó”, señaló Ureta, guía de turismo de Ribadesella.

Sintió que entre ellos había “feeling”, “entendimiento, casi sin hablar, muy inmediato. Había escucha mutua, pese a la diferencia de edad”. Por lo que respecta al trato personal, rememoró que Menchu Álvarez del Valle transmitía “mucha calidez. Puede sonar a elogios ‘post mortem’, pero fue exactamente así”. Recordó que paraban los ensayos y ella decía: “Vamos a echar un cigarrín. Y allá íbamos como dos adolescentes”. “A nivel artístico sentí una sensación profunda de complicidad. Era muy culta, entendía lo que teníamos entre manos, alta literatura, alto teatro. Y el resultado, pese a que se denominó teatro amateur, estuvo a la altura de una obra profesional”, subrayó.

Menchu Álvarez del Valle, durante la representación de “Muerte de un viajante” en Ribadesella. | | LNE

Milio Ureta resaltó que se entristeció “de verdad” al conocer la muerte de Menchu Álvarez del Valle. “No puedo presumir de haber sido su amigo, pero entonces la sentí cercanísima”. Aquella obra de teatro fue “una inyección de buen rollo”.

Myriam Pando recuerda también con mucho cariño la obra y los ensayos previos. Ayer recordó a Menchu Álvarez del Valle como una persona “normal, estupenda, encantadora, de muy buen trato y muy cercana. Hasta me dejó un camisón que yo necesitaba para la obra”, rememoró. Tenía “una voz maravillosa. Lo hacía fenomenal. Le gustaba mucho el teatro”, dijo.

Pando indicó que Menchu Álvarez del Valle quería ser tratada “como una más” y evitar que aquella obra de teatro, “por ser ella quien era, se convirtiera en un espectáculo. Quería llevar una vida normal”. Lo consiguió a medias, porque si bien sus compañeros de reparto le hicieron caso, aquella representación salió publicada “en todas las revistas y periódicos de España”. “Nos reímos mucho, fue una experiencia muy guapa”, añadió la profesora.

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