El sector de la ingeniería biomédica está experimentando un fuerte crecimiento en Asturias. Sobre las potencialidades que tiene este sector para el desarrollo regional se habló ayer en la octava jornada de los cursos de La Granda, que este año se celebran en el hotel Palacio de Ferrera de Avilés. En un curso dirigido por Juan Carlos Campo, director de la Escuela Politécnica de Ingeniería de Gijón, distintos expertos expusieron sus experiencias o reflexiones sobre este nuevo ámbito a medio camino entre el sector tecnológico y la medicina.

Para enmarcar el ámbito del debate de ayer, Juan Carlos Campo subrayó que “en la última década está habiendo una explosión en el ámbito de la biomedicina, al mismo tiempo que la está habiendo también en otros estrechamente relacionados con ésta, como son la robotización, los datos, la digitalización o la fabricación aditiva”. Son, todos ellos, avances que “nos llevan hacia la medicina personalizada”, apuntó del director del curso. Campo incidió en que, de todos los sectores, “uno de los cambios de mayor desarrollo se está dando alrededor de los datos, y esto no ha hecho más que empezar. Las personas cada vez van a estar mas sensorizadas, por lo que nos ayudará a dar diagnósticos más certeros y a mejorar la esperanza de vida de las personas.

La jornada arrancó con la intervención del economista Juan Velarde, organizador de los cursos de La Granda. El catedrático dijo sentirse muy orgulloso de que expertos en el campo de la medicina siguieran acudiendo anualmente a Avilés para participar en las ponencias. “Por aquí ha pasado desde Severo Ochoa, hasta Margarita Salas. Mi papel es transmitir el mensaje de Jovellanos y continuar los cursos. Respecto al ámbito que nos compete en esta jornada, es innegable que hay una nueva realidad que condiciona enormemente la biomedicina”, indicó Velarde.

A continuación, Juan Carlos Campo tomó la palabra como director del curso e hizo un repaso por los grandes avances biomédicos del siglo XX, como ha sido el desarrollo de desfibriladores, de marcapasos o la medicina nuclear. “No obstante, es en el siglo XXI cuando realmente, gracias a las nuevas tecnologías, este campo está teniendo una gran explosión”, añadió. El director de la politécnica gijonesa se refirió también al posicionamiento de Asturias en este sector, destacó el “gran entramado investigador” existente, e hizo mención a la Plataforma de ingeniería biomédica de Asturias, la cual “debe fijar sus metas, ver dónde estamos y cuáles son las tendencias a nivel global para sumarnos y mejorar como región”, sentenció.

Finalizada su intervención, Campo dio paso al exconsejero de Sanidad del Principado y director de la Fundación para la Investigación y la Innovación Biosanitaria de Asturias (Finba), Faustino Blanco. El también ex número dos del Ministerio de Sanidad apuntó que la biomedicina asturiana debe ser “el elemento de atracción de otros sectores económicos”. Según su punto de vista, “hacer esto, liderar los desafíos sociales, supondrá mejorar la salud y el bienestar en Asturias”. Blanco solicitó también la creación de un “consejo europeo de innovación” y añadió que “competir con los mejores es una obligación”.

A continuación, Blanco cedió el micrófono a Mario Fernández, profesor de investigación del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), quien habló de un término “desconocido por el gran público”: la epigenética. “Esta ciencia estudia los cambios hereditarios causados por la activación y desactivación de los genes sin ningún cambio en la secuencia de ADN subyacente del organismo”, explicó Fernández. Además, este ponente impartió una breve clase magistral sobre el grafeno, un compuesto “con un gran potencial en el campo de la biomedicina”.

El siguiente turno de palabra corrió a cargo de José Manuel Sierra, ingeniero industrial y profesor de la Universidad de Oviedo. Sierra ofreció una presentación titulada “Experiencias de desarrollo de equipamiento quirúrgico mediante el modelado sólido y la tecnología de fabricación aditiva”, en la que otorgó especial relevancia al modelado 3D, “la cual fomenta enormemente la innovación”. Sierra indicó que “estamos en el camino de las prótesis personalizadas. Las ortodoncias por ejemplo, los audífonos, las férulas para sustituir la escayola”. Este experto animó a los presentes a “impulsar los grupos multidisciplinares y a favorecer el acceso a financiación pública”. Por otra parte, Sierra también habló del nuevo grado que se impartirá a partir del próximo curso en la Universidad de Oviedo, el de ciencia e ingeniería de datos. El siguiente en tomar la palabra fue el director de desarrollo de negocio y estrategia de la Fundación Idonial, David González. El responsable de esta fundación que agrupa la investigación tecnológica regional en distintos campos, apostó por la colaboración entre los distintos expertos para el desarrollo de la ingeniería biomédica en Asturias. “Trabajamos para la sociedad, no debemos olvidar que lo más importante de nuestro campo es el factor humano”, apuntó. Ya en el ámbito de la biomedicina, González destacó la “dificultad” de comunicación entre el médico y el ingeniero: “Muchas veces parece que hablamos otro idioma a pesar de ser del mismo país”. Según su óptica, “la tecnología nos hace ser mejores, por ello, a nivel regional, debemos avanzar y hacer de Asturias una región atractiva para la ingeniería biomédica”. Como ejemplo de logro regional en el ámbito de la biomedicina, indicó que “la comisión Europea ha destinado un millón de euros para los respiradores asturianos, que son un referente en Europa”, recalcó. Al hilo del desarrollo de este producto –clave para el tratamiento de los enfermos graves de coronavirus– aseguró que la sanidad española es “una maravilla”, pero se quejó de que “la burocracia es demasiado tediosa”. Para comprobar los efectos de las largas tramitaciones animó a los presentes a “intentar introducir algún producto en el sistema sanitario”.

El coordinador de Factor Humano en la Fundación CTIC, Ignacio Pedrosa, fue el siguiente ponente en tomar la palabra. Lo hizo para hablar de la inteligencia artificial como herramienta para la innovación en ingeniería biomédica. Jesús Merayo, director del Instituto Universitario Fernández-Vega, intervino habló a continuación sobre distintas innovaciones como el uso de biotintas y bioimpresión 3D en oftalmología. También hizo alusión al estado del Principado respecto a otras provincias en cuestión de inversión en innovación: “El gasto en I+D respecto al PIB es altísimo respecto al resto de España”.

Terminó el programa de expertos con la intervención de Toni Rodríguez, CEO de Ortoibérica, una empresa dedicada a la fabricación de piezas ortopédicas que “mejoran notablemente la calidad de vida de las personas”. También reflexionó sobre las carencias que tiene la región en este sector: “En Asturias tenemos el talento que tenemos en otros sitios, pero hay un problema, y son las comunicaciones, sobretodo para las pymes”, aclaró.

Cerró el curso la intervención de varios empresarios del sector. Carlos Martínez, CEO de Dreamgenics, dijo: “Cada día que pasa se aumenta la esperanza de vida en diez horas, hay que seguir por el buen camino”. Aplauso final de todos los presentes.