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La Fundación Selgas compró acciones de la empresa de su presidente por 1,8 millones

La entidad que gestiona el palacete y la colección de Cudillero participa desde 2005 en una editorial presidida por Gregorio Peña Varona

Gregorio Peña, izquierda, con el alcalde de Cudillero, Carlos Valle, en la Quinta de El Pito. | Luisma Murias

La Fundación Selgas-Fagalde, que gestiona la quinta de El Pito (Cudillero) y su gran colección artística, presidida por el abogado Gregorio Peña Varona, destinó casi 1,8 millones de euros a comprar participaciones en una empresa presidida por el propio Peña, según consta en las cuentas que acaba de presentar la entidad en el Registro Mercantil de Madrid y correspondientes al pasado año 2020.

La Fundación Selgas-Fagalde cosechó las críticas del Gobierno regional y de todos los partidos de la oposición, además de relevantes expertos en arte y patrimonio, por haberse desprendido de una de las joyas de su patrimonio pictórico, el cuadro de Goya “Aníbal vencedor”, pieza clave para conocer los comienzos artísticos del genio aragonés. El lienzo fue adquirido por la Asociación de Amigos del Prado por 3,3 millones de euros. El precio de la venta, según distintos especialistas, estaba muy por debajo de su valor de mercado. Ahora ya no está en el palacete de Cudillero, se expondrá definitivamente en el Museo del Prado, donde ya llevaba unos años cedido. Poco después de hacerse pública la venta, Gregorio Peña, presidente de la Fundación Selgas-Fagalde, en las únicas declaraciones que ha querido hacer sobre el tema a preguntas de este periódico, justificó la venta del Goya en que la entidad que él presidía tenía “necesidades económicas”. Y eso que es una de las fundaciones más ricas de España, con un patrimonio de 95 millones de euros.

El cuadro de Goya “Aníbal vendedor”.

Las cuentas que acaba de presentar la Fundación Selgas-Fagalde recogen un inventario de todos sus bienes. Además de las propiedades conocidas en Cudillero (el palacete y sus espectaculares jardines), se revelan otros datos interesantes. Se detalla, por ejemplo, que en el pabellón de invitados –a disposición de los miembros del patronato, según distintas fuentes consultadas por este diario– se gastaron 157.400 euros en muebles, menaje y ropa de cama (11.600 euros). También se pormenorizan distintas adquisiciones que la Fundación fue haciendo en participaciones de una empresa presidida por Gregorio Peña Varona. Se trata de la editorial Ecoprensa, editora del periódico económico “El Economista”. En el año 2005, la Fundación Selgas-Fagalde invirtió 1 millón de euros en participaciones de Ecoprensa y en años posteriores (2007, 2008, 2010, 2014 y 2016) fue comprando más hasta alcanzar la suma cercana a los 1,8 millones de euros, que ahora figuran entre el patrimonio de la entidad. Las últimas cuentas depositadas en el Registro Mercantil de Madrid por la Fundación Selgas-Fagalde revelan un resultado negativo del ejercicio de 2020 de 6,4 millones de euros, mientras que el año anterior la entidad había cerrado sus números en rojo, con un resultado positivo de 112.021 euros. En las cuentas de 2020 ya se incluye, por ejemplo, la venta del cuadro Goya a la Asociación de Amigos del Prado pese a que la operación no se hizo pública hasta la primavera de este año. Gran parte de ese resultado negativo se atribuye, en cambio, a que en 2020 (el de la pandemia) la fundación no recibió 1,68 millones de euros procedentes de los alquileres de los distintos inmuebles que tiene arrendados la entidad. La Fundación Selgas-Fagalde explica que ese año decidieron “bonificar” la renta a sus inquilinos. Ese dinero de alquileres en Madrid se destina al mantenimiento y conservación del palacete de El Pito.

Los datos depositados en el Registro Mercantil de Madrid indican que la entidad tiene pendiente de pago siete préstamos de distintas cuantías con la misma entidad bancaria, el BBVA. En total, sumado a algunas fianzas consignadas, las deudas a largo plazo de la Fundación Selgas-Fagalde ascienden a 6,2 millones de euros.

La venta del Goya no habría solucionado los problemas económicos de la Fundación Selgas, pues Peña Varona planeó también la venta de otra de las joyas de la colección. Con la misma finalidad de afrontar los problemas económicos, intentó desprenderse de una Inmaculada Concepción del Greco cuyo destino inicial era el Museo de Budapest. La operación, desvelada por LA NUEVA ESPAÑA, y que rondaría los 7 millones de euros, chocó con el veto del Ministerio de Cultura, que declaró la obra inexportable. Posteriormente, y tras aparecer expuesta en la galería Caylus de Madrid, este verano la Inmaculada volvió a colgarse de las paredes de la quinta del Pito.

La entidad puso a la venta sus joyas pictóricas para afrontar sus deudas, de más de 6 millones

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Se desconoce si la Fundación Selgas mantiene la intención de vender esta Inmaculada. Para ello, lo mismo que para la operación que ejecutó con el Goya, aún cuenta con el aval del patronato de la entidad, que en su reunión de noviembre de 2020 ratificó una “declaración” mediante la cual esos cuadros ya no se consideran “bienes adscritos a la dotación” de la fundación, lo que legalmente les permitiría deshacerse del Greco sin vulnerar los principios estatutarios de la entidad. En ese encuentro votaron favorablemente los patronos privados y también los públicos, entre ellos el propio alcalde de Cudillero, Carlos Valle.

La consejera de Cultura, Berta Piñán, no asistió al patronato pero delegó su voto y éste se utilizó para votar a favor de estas enajenaciones de patrimonio. Posteriormente, en la Junta General, Piñán expresó su malestar con el presidente de la Fundación Selgas, Gregorio Peña; reconoció su error y expresó que el Principado estaba contra la venta de las joyas de la colección artística de El Pito.

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