La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La Fundación Selgas vendió su Goya por la mitad de su valor a Amigos del Prado

La operación, justificada por las necesidades económicas de la entidad, se cerró en 3,3 millones cuando tenían valorada la obra en 7,2 millones

El cuadro de Goya “Aníbal vencedor”, que fue propiedad de la Fundación Selgas, hoy en el Museo del Prado.

La Asociación de Amigos del Prado se hizo con un auténtico chollo cuando compró a la Fundación Selgas-Fagalde el cuadro de Goya “Aníbal Vencedor”, a juzgar por las cuentas que acaba de presentar esta última entidad, creada por la familia Selgas para preservar, como una unidad, su fabulosa quinta de Cudillero, sus jardines versallescos y su colección de arte. El Goya perteneciente a esta colección supuestamente indivisible fue vendido por 3,3 millones de euros. La mitad de su valor: la Fundación lo tenía tasado en 7,2 millones en el balance de bienes de su patrimonio histórico.

La Fundación Selgas-Fagalde alegó que la venta del Goya era la manera de solventar las necesidades económicas de una entidad que, sin embargo, figura entre las fundaciones más acaudaladas del país, con un patrimonio valorado ahora en unos 95 millones de euros. En el patronato de la entidad figuran distintos representantes de instituciones públicas asturianas: la Iglesia, la Universidad de Oviedo y el Gobierno del Principado. Todos ellos votaron a favor de “declarar” que el Goya ya no formaba parte de esta colección asturiana –así la venta no vulneraría los estatutos de la fundación– y facultar al presidente de esta entidad, el abogado Gregorio Peña Varona, para ejecutar la operación de venta, como así ocurrió en 2020. En la primavera de este año 2021 se anunció que Asturias perdía definitivamente un cuadro que, no obstante, ya llevaba varios años depositado en Museo del Prado. La importancia del Goya dentro del patrimonio de la Fundación Selgas se hace evidente al constatar que el lienzo, valorado en sus cuentas en 7,2 millones de euros, suponía casi el 12% del valor estimado de la colección artística, cuantificada en 60,2 millones de euros en las cuentas que la Fundación Selgas-Fagalde acaba de depositar en el Registro Mercantil de Madrid. Dentro del apartado de los bienes considerados patrimonio histórico, los inmuebles –esto es, fundamentalmente el palacete del Pito y sus jardines– se valoran en 13,3 millones de euros.

En esas mismas cuentas, y tal como ayer desveló LA NUEVA ESPAÑA, se consigna también que la Fundación Selgas-Fagalde, presidida por el abogado Gregorio Peña Varona, invirtió 1,8 millones de euros en comprar participaciones de una empresa presidida por el propio Peña Varona. Se trata de Ecoprensa, grupo editor del periódico económico “El Economista”.

La consejera de Cultura, Berta Piñán, expresó su malestar con Peña Varona por haber utilizado el voto que le había delegado para facilitar la venta del cuadro de Goya. Piñán no asistió a esa reunión, delegó su voto en Varona y éste lo uso para aprobar una operación que, posteriormente, cuando el caso trascendió, la consejera rechazó públicamente. En esa reunión sí estaba presente, –también como representante del Principado–, el alcalde de Cudillero, Carlos Valle, que votó a favor de la venta del valioso cuadro que un día había colgado de la paredes de la quinta de Cudillero. Ni la Consejería de Cultura ni el alcalde de Cudillero quisieron ayer, tras la invitación de LA NUEVA ESPAÑA, expresar su parecer sobre el uso de fondos de los Selgas para comprar acciones de la empresa de Peña Varona. Carlos Valle (PSOE), que no quiso hacer declaraciones, subrayó que la compra de las participaciones en Ecoprensa se había producido con anterioridad a su entrada en el patronato. Rechazó que se le vincule con “una actividad a la que en su momento yo no pertenecía”. El regidor añadió que “preguntará” y se “informará”. Valle, que insistió en que no iba a hacer declaración alguna, afirmó que “la gente puede estar tranquila pues yo, como parte pública, voy a hacer lo que considero que tengo que hacer sobre este aspecto. Eso ya os lo contaré cuando lo haga”, añadió. También apuntó: “Hablo por mí, que creo; pero quiero creer también que todas las personas que pertenecieron a esa fundación lo han hecho de buena fe, trabajaron de buena fe por el correcto desarrollo de la fundación y de la parte pública que correspondía a cada persona”.

Compartir el artículo

stats