“Hemos descubierto que la braña de los Fuexos tiene una ocupación que data del siglo XII, con un aprovechamiento muy potente a partir del siglo XV” explica Margarita Fernández Mier, coordinadora del grupo de investigación arqueológica “Llabor”, que ha realizado excavaciones en este paraje de Montovo, en el concejo de Belmonte de Miranda. Los investigadores han constatado que las brañas, ocupaciones típicas de la Cordillera Cantábrica, tienen sus orígenes en la Edad Media.

Los investigadores, en Belmonte de Miranda. | LNE

Este grupo de la Universidad de Oviedo lleva a cabo este proyecto de investigación gracias a la financiación del Ministerio de Ciencia e Innovación. Su objetivo principal es el estudio de la gestión y el aprovechamiento de los pastos de montaña de la Cordillera Cantábrica, focalizando la atención en las brañas.

“También hemos encontrado muchos restos de fauna enterrados, lo que significa que había ocupación ganadera que aprovechaba enormemente estos espacios”

Fernández Mier explica que añade que para datar esta ocupación en la época medieval ha sido muy importante la cerámica hallada. “También hemos encontrado muchos restos de fauna enterrados, lo que significa que había ocupación ganadera que aprovechaba enormemente estos espacios”. Los trabajos han sido dirigidos por Pablo López Gómez, investigador del Departamento de Historia de la Universidad de León.

Estos resultados complementan otro trabajo arqueológico realizado en el mes de junio por el grupo Llabor, en la braña de Buaxe (Quirós), dentro de este mismo proyecto. Esta intervención también aportó información sobre la importancia que tienen estas zonas de montaña para la economía de las aldeas desde la época medieval. “En Quirós, además de descubrir una ocupación muy potente de la Edad Media, vimos que se superponía a una ocupación de época prehistórica, por lo que su aprovechamiento es mucho más antiguo”, añade.

La experta afirma que esta investigación se planteó para poner en valor las brañas existentes en la Cordillera Cantábrica porque “se trata de un patrimonio de gran interés, al que apenas se presta atención, no habían sido objeto de investigación arqueológica hasta el momento y se está demostrando que tienen una antigüedad bastante importante, no son cabañas y pastos que se empezaron a utilizar a partir del siglo XIX”. Además, la catedrática recalca que esta investigación se enmarca en otros trabajos que se están realizando en diversas áreas de montaña en Europa, que han permitido revalorizar este bien patrimonial tan característico de las zonas montañosas.

Fernández Mier también anunicó además que el grupo Llabor continuará con la investigación de las brañas, ya que se ha aprobado un nuevo proyecto financiado por el Ministerio que se desarrollará en los próximos cuatro años.