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La Fundación Selgas vendió su Goya para afrontar el cierre de su hotel de Sevilla

El presidente de la entidad, Gregorio Peña, reveló al patronato que se desprendía del cuadro “probablemente por debajo del valor de mercado”

La fachada del hotel Sevilla Congresos, propiedad de la Fundación Selgas-Fagalde.

La Fundación Selgas-Fagalde planeó la venta de las dos joyas de su colección –un Goya y un Greco– para poder afrontar el “eventual cierre” de su hotel de Sevilla, en el que la entidad lleva invertidos más 24 millones de euros desde el año 2006. Además, el hotel había sido adquirido a dos empresas de cuyo consejo de administración forma parte el presidente de la Fundación Selgas, el abogado Gregorio Peña Varona.

“Aníbal vencedor”, el cuadro de los Selgas hoy en poder del Prado.

El 16 de noviembre pasado, en una reunión del patronato, Peña Varona informó de la delicada situación económica de la Fundación Selgas-Fagalde, una de las entidades de este tipo mejor dotadas de España (95 millones de euros en patrimonio) y que gestiona la quinta y los jardines de El Pito, además de la gran colección artística reunida por la familia Selgas. En esa reunión, que duró 56 minutos, según el acta a la que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, Peña Varona indicó que para poder cumplir con todos los préstamos que tenían solicitados a los bancos –a día de hoy unos 6 millones de euros– pretendían tomar dos medidas: una, negociar con el BBVA para tomar un préstamo ICO de 660.000 euros y, dos, vender el cuadro de Goya “Aníbal vencedor”.

Esta pieza adquirida por los Selgas para su palacete de Asturias, una de los dos joyas de la colección junto con una Inmaculada Concepción de El Greco, se vendió por 3 millones de euros a los Amigos del Prado y ahora está expuesta en la pinacoteca nacional. En esa misma reunión Peña Varona explicó a que la venta se haría “probablemente por debajo del precio del mercado”. De hecho, tal y como desveló este periódico, el cuadro estaba valorado en las cuentas de la fundación en 7,2 millones, aunque otras tasaciones de expertos superan con creces ese valor. Peña Varona añadió que, según el acta de la reunión, la venta del Goya fraguaría así “un compromiso del patronato (de la Fundación), tomado hace mucho tiempo, de que dicho cuadro forme parte de la colección del Prado”. El lienzo –la más temprana obra maestra de Goya– llevaba años ya depositado en el museo nacional.

El acta revela también que Peña Varona informó de sus gestiones para vender el Greco a través de la galería Caylus. La operación se cerraría por 6,2 millones, de los que la fundación ingresaría 5,5 millones. El resto eran los honorarios del intermediario. Ningún coleccionista ni institución española, aseguró Peña, estaba interesado y tenía capacidad de compra, por lo que habían considerado la oferta del Museo de Bellas Artes de Budapest. La operación, destapada por LA NUEVA ESPAÑA, no pudo fraguarse porque el Ministerio de Cultura no autorizó la exportación de la obra. Peña Varona esperaba, sin embargo, por esa autorización, que “de conseguirse significaría la consolidación económica de nuestras cuentas y, por tanto, el incremento de nuestras actividades culturales, y la eventualidad de poder tener una caída de ingresos mayor y, sobre todo, un eventual cierre del hotel”. El objetivo era que las rentas generadas por el hotel sirvieran para mantener la quinta de los Selgas.

En esa reunión, como ya había adelantado este periódico, el patronato también declaró “por unanimidad” que ni el Goya ni el Greco formaban parte “de los bienes adscritos a la dotación de la Fundación Selgas-Fagalde”. Con esta declaración trataban de eludir una vulneración de los estatutos fundacionales, que obligan a mantener la integridad de la colección artística.

Todos los patronos estuvieron de acuerdo en desprenderse de las joyas pictóricas de la colección. Por la parte pública asistieron, a través de videoconferencia, los representantes de la Universidad de Oviedo (Santiago García Granda y Francisco Borge, del anterior equipo rectoral) y de la Iglesia asturiana (Jorge Fernández Sangrador y Antonio Nistal). De manera presencial, y ocupando uno de los puestos de representación del Principado, estuvo el alcalde de Cudillero, Carlos Valle Ondina (PSOE). La consejera de Cultura, Berta Piñán, delegó su voto en el presidente de la fundación y cuando se enteró varios días después de cómo había sido utilizada esa delegación, rechazó públicamente la venta del Goya, afeó su conducta a Peña Varona y reconoció su error en público. No consta que el otro representante del Principado, el regidor de Cudillero, haya también rectificado el sentido de su voto.

En el acta de la reunión de noviembre no figura que ningún patrono público hiciera alguna objección a la gestión encabezada por Peña Varona, como sí ocurrió en la reunión del 21 de junio pasado –cuando ya había trascendido la venta de los cuadros–, en la que tanto la consejera de Cultura como la Universidad, con el equipo del rector Ignacio Villaverde al frente, pidieron una auditoría externa de las cuentas de la Fundación Selgas-Fagalde.

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