A sus 80 años se ha convertido en un artista plástico emergente. José Santamarina (Oviedo, 1941) es uno de los grandes del diseño gráfico español, con reconocimiento internacional. Su creatividad incontenible está reflejada en incontables logotipos e imágenes corporativas que identificaron a la sociedad asturiana entre los 60 y los 90 del siglo XX. Tras su jubilación potenció su obra artística, de una pureza geométrica insuperable, y ahora da un salto internacional de la mano de la pequeña galería ovetense 451, de Mónica de Juan. La obra de Santamarina estará presente en la Feria Art París, una de las más importantes de Europa, que se celebrará entre los días 9 y 12 de septiembre en el Grand Palais Éphémère del Champ-de-Mars, frente a la Torre Eiffel. “Para mí supone una ilusión enorme”, afirma este artista que vive una auténtica primavera creativa a los 80 años. En septiembre de 2020 protagonizó una elogiada exposición en el espacio que Mónica que Juan tiene en la calle Mon de Oviedo y este verano otra, especialmente concurrida, en la galería Cornión de Gijón, donde hizo un repaso a toda su trayectoria.
Santamarina es un artesano de la pureza, un constructor de geometrías impolutas, que invita al espectador a “moverse” en torno a su obra –tiene preferencia por los formatos cuadrados– para descubrir colores escondidos, formas nacientes, nuevas sombras que aparecen en los intersticios de los cortes que hace sobre los distintos materiales (muchas veces papel, pero también acetato o aluminio) con los que rehace el espacio. “Me gusta que el espectador se mueva alrededor de las piezas y vaya descubriéndolas”.
Santamarina, con tanto talento gráfico como sencilla humildad, no duda en subrayar el esfuerzo que hace una galería modesta como la de Mónica de Juan para estar presente en una feria del fuste de Art París, cuyos organizadores mostraron un enorme interés en acoger la obra de Santamarina. Es la primera vez que una galería asturiana asiste a Art París. La apuesta, que previsiblemente situará a este “jovencito” artista en un plano superior en el mercado del arte, es fuerte para 451. Por ello, han iniciado en la plataforma digital Verkami un crowdfunding que está obteniendo muy buenos resultados pues ya ha recaudado un tercio de la cantidad prevista. A cambio de su respaldo, los mecenas pueden acceder a distintas “recompensas”: obras del propio Santamarina, o de su hija, Carmen, otra destacada diseñadora gráfica y autora de una interesantísima obra artística basada en el collage. Se ve que la maestría con el papel es algo que les corre por las venas.
Santamarina estará presente en la feria parisina con una selección de obras realizadas a lo largo de toda su carrera artística, algunas de ellas de gran formato, inusuales en este creador que suele fraguar sus geometrías en dimensiones muy manejables. Pero París bien vale unas piezas de dimensiones de dos metros por uno de alto. En total, una treintena de obras cuya excelencia y exquisito gusto no tienen nada que envidiar a las grandes firmas internacionales con las que competirá por la atención de los visitantes a la feria parisina.
