La Asociación Española de Fundaciones (AEF) reclama más control por parte de la administración para evitar polémicas como la que se ha generado en torno a la gestión de la Fundación de Selgas-Fagalde, que administra la quinta del Pito (Cudillero) y su colección artística, y cuyos problemas económicos la llevaron a desprenderse de un Goya y a planear la venta de un Greco, sus dos principales activos pictóricos.
Javier Nadal, presidente de la AEF, pide que la actividad de las fundaciones sea controlada “por un órgano colegiado” similar a la Comisión Nacional del Mercado de Valores, la Agencia Española para la Protección de Datos o la Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia. “En principio no tenemos elementos para juzgar lo que ha ocurrido en la Fundación Selgas, pero nos preocupa lo que está saliendo a la luz”, explica Nadal en conversación con LA NUEVA ESPAÑA, que ha desvelado las operaciones de venta de los cuadros y otras inversiones con fondos de la propia Fundación en empresas propiedad o relacionadas con el presidente de esa entidad. El Principado ha pedido al Ministerio de Cultura la intervención de la Fundación y estudia la legalidad de la venta del Goya a la Asociación de Amigos del Prado por 3 millones de euros. Además Podemos y Foro han llevado el caso ante la fiscalía de Asturias.
Nadal explica que las fundaciones tienen órganos de control “que deben analizar lo que ha ocurrido en este caso”. Alude al Protectorado de Fundaciones, encargado de vigilar la actividad de estas entidades. En el caso de la Fundación Selgas-Fagalde, ese protectorado depende del Ministerio de Cultura y es un órgano técnico, “pero la estructura no es la adecuada”, matiza Nadal. Y añade: “Una fundación lo es porque tiene una misión y porque ha habido una aportación generosa de patrimonio por parte de alguien”, explica. A su juicio esa misión “debe ser controlada por alguien”. Al respecto hace unas precisiones: “La fundación no es de nadie y hay un patronato que vela porque se preserve el patrimonio y porque la administración sea correcta”. Lo que ocurre, indica, es que “a veces los patronos no actúan con la suficiente diligencia, no por mala fe”. Por ello, argumenta, “el protectorado que se encarga de supervisar el funcionamiento de las fundaciones está obligado a tomar decisiones complejas y, en muchos casos, hay intereses entrecruzados entre proteger a los beneficiarios de la fundación y la misión que ésta debe cumplir”.
Es el caso de la Fundación Selgas, “donde si como parece se han movido cuadros de la dotación, el protectorado debería analizar diferentes aspectos y debería haber actuado en su momento”, opina Nadal. El problema es que ese protectorado no tiene capacidad suficiente para hacerlo, por eso Nadal pide “un órgano colegiado que supervise el funcionamiento y los distintos movimientos de las fundaciones”. El presidente de la AEF añade: “Abogamos por un órgano colegiado e independiente porque el protectorado es unipersonal y no tiene capacidad suficiente para controlar lo que ocurre”.
Nadal no quiere entrar a valorar la actuación del abogado Gregorio Peña Varona como presidente del patronato de la Fundación Selgas-Fagalde. “No quiero ni insinuar que haya mala práctica en la venta del ‘Aníbal Vencedor’ de Goya a la Asociación de Amigos del Museo del Prado”, afirma. No obstante sí sugiere que a la hora de efectuar el control, el Protectorado de Fundaciones, “no tiene los elementos ni el diseño de los órganos es el eficaz para controlar un sector tan grande como el de las fundaciones, con todo su patrimonio”. Y añade: “Debemos vigilar que los patronatos funcionen con lealtad y que no existan conflictos de intereses ni ánimo de lucro en sus actuaciones”, insiste Nadal.
El presidente de la AEF no habla de ilegalidad en el caso de los Selgas pero sí apunta a esa “lealtad” que deben tener todos los patronos. “Es un concepto que no es jurídico pero que está ligado a la ética y una fundación debe estar regida por principios de ética. La legalidad es siempre necesaria, pero en el caso de las fundaciones esa legalidad debe estar ligada a la lealtad y a la ética”, insiste.
Por eso, Nadal entiende que “con un sistema más profesional, independiente y colegiado, evitaríamos que pasasen estas cosas que ponen en entredicho el funcionamiento de las fundaciones porque esos organismos de control detectarían estas cuestiones antes de que ocurriesen”. Su opinión es que “se deben poner cuantos más elementos de control mejor, elementos de racionalidad y de profesionalidad que eviten cualquier vulneración de esa misión que tienen las fundaciones”.
Foro Asturias presenta una denuncia ante la Fiscalía por la venta del “Aníbal vencedor”
Foro Asturias ha presentado una denuncia ante la Fiscalía por la venta del cuadro “Aníbal vencedor”, de Goya, por parte de la Fundación Selgas-Fagalde a la Asociación de Amigos del Museo del Prado. El portavoz de Foro, Adrián Pumares, quiere saber sí hay responsabilidades penales en la transacción. Esta denuncia se suma a la que el pasado día 2 de septiembre presentaron ante el ministerio fiscal los representantes de Podemos Asturias. Desde Foro creen que puede haber cometido un “presunto delito de administración desleal, apropiación indebida y estafa” y dirigen su denuncia contra Gregorio Peña Varona, en su condición de presidente del Patronato de la Fundación Selgas-Fagalde, y “contra todos los miembros del patronato de la Fundación Selgas-Fagalde” entre los que se encuentran Berta Piñán, consejera de Cultura del Principado de Asturias, representantes del anterior equipo rectoral de la Universidad de Oviedo y el Arzobispado de Oviedo, “y todos aquellos que, en su caso, la fiscalía determine como posibles participantes en los hechos objeto de denuncia”. Pumares resaltaba también este martes durante su intervención en el pleno del Día Asturias que se trata del mayor “expolio” cometido en el Principado de Asturias “desde el de la Cámara Santa”. Desde la dirección del partido quieren recordar que Foro Asturias ha sido “el primer partido” con representación en la Junta General del Principado de Asturias “que ha puesto el caso en conocimiento de la Fiscalía y pretenden dilucidar así si la Fundación podría haber incurrido en un delito de administración desleal por parte del presidente, Gregorio Peña, y sus patronos”. La consejera de Cultura no ha entrado a valorar estas denuncias ante la fiscalía y se ha limitado a decir que ha solicitado una comparecencia en el parlamento asturiano para explicar todos los pormenores de la situación.
