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Cultura asegura que la Fundación Selgas le comunicó que la colección de arte está "adscrita" a la sede de Madrid

La consejera Berta Piñán afea a los gestores del patrimonio del palacete de Cudillero su reiterada resistencia a dar al Principado toda la información

comparecencia berta junta

La Fundación Selgas-Fagalde argumenta que ni el Goya que vendió al Prado ni el cuadro del Greco que trató de vender al museo de Budapest, son bienes adscritos a la Quinta del Pito, cuya integridad patrimonial ha de proteger, como le mandan sus estatutos. Por tanto, puede enajenar sin cometer ningún tipo de ilegalidad estos dos cuadros que estuvieron colgados en las dependencias del fabuloso palacete de Cudillero. De hecho, según detalló ayer la consejera de Cultura Berta Piñán, los responsables de la Fundación esgrimen que “el único bien que configura la dotación de la Fundación es un local comercial situado en Madrid”. Según la documentación aportada por la titular de Cultura en el parlamento asturiano, la Fundación comunicó por escrito al Principado que a excepción de los tapices, la colección de arte está adscrita al domicilio social de Madrid y precisa que “ninguna adquisición, aparte de lo muebles y los tapices, se hizo para la conformación de la Quinta”.

Esta es, en resumen, la postura que mantiene la entidad presidida por el abogado Gregorio Peña Varona. Ayer la trasladó a los diputados asturianos en su comparecencia en la Junta la consejera de Cultura, Berta Piñán, quien no obstante expresó en reiteradas ocasiones las numerosas reticencias que el gobierno regional está encontrado entre los gestores de la fundación para poder conocer el estado real de sus cuentas y el uso que están dando al valioso patrimonio que poseen.

Según la consejera, Peña Varona, le argumentó “por un lado que ni el Goya ni el Greco formaban parte del capital fundacional, que no había nada irregular en su venta ni suponía ninguna pérdida para Asturias al no ser bienes dotacionales y que el acuerdo de venta de las obras se realizó en años atrás en juntas del patronato”. Sobre la Inmaculada del Greco en concreto le respondió por correo a Piñán que “no formaba parte de la colección que se encontraba en la Quinta”, y ello pese a que el cuadro estuvo colgado allí y, de hecho, allí fue expuesto este verano.

Piñán compareció a petición propia como consejera y también como patrona de una entidad privada en la que, no obstante, cuenta con un patronato en el que están representados el Principado, la Iglesia asturiana, la Universidad y el alcalde de Cudillero. Intervino para volver a detallar su actuación en este caso desvelado por LA NUEVA ESPAÑA y que estalló cuando este periódico reveló en diciembre de 2020 que la Fundación había puesto a la venta sus joyas pictóricas para afrontar las dificultades económicas por las que estaba pasando. Posteriormente, este periódico desveló también que la Fundación había invertido 1,8 millones de euros en participaciones en una empresa que hoy está presidida por el propio Peña Varona. También se conoció que la inversión inmobiliaria que había generado los mencionados problemas económicos, un hotel en Sevilla, fue adquirida a una empresa en cuyo consejo de administración participaba como secretario el mencionado presidente de la Fundación Selgas-Fagalde. Sobre este particular, y sobre los ingresos de 180.000 euros que perciben algunos miembros del patronato, preguntó también Piñán, que aún no ha obtenido respuesta alguna, tal y como ayer indicó.

Berta Piñán, en una comparecencia que comenzó muy nerviosa aunque posteriormente fue asentándose, volvió a asumir  los errores cometidos. En esencia, que no pudo asistir a la reunión del patronato de noviembre de 2020, por lo que delegó su voto en el presidente Peña Varona y éste lo usó para votar de forma favorable a la venta del Greco y del Goya. Finalmente, el ministerio de Cultura abortó esta operación al declarar la inexportabilidad de este último cuadro. En este sentido, Piñán reiteró que había expresado por escrito su rechazo a las ventas y subrayó ayer en su intervención que su Consejería envió un correo a la Junta de Calificación y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico manifestando su posición contraria a la operación del Greco. También añadió  ayer que, ”en ese momento”,  la consejería empezó a valorar una declaración del conjunto de la quinta y su colección como Bien de Interés Cultural (BIC) para evitar su desmembramiento, tal y como figura en los estatutos de la fundación, por otra parte. El expediente ya está en marcha.

Sobre este último particular, la consejera reveló que la Fundación alegó que las obras no estaban vinculadas a Asturias “y por eso Asturias no tiene la competencia de declararlas BIC”. Piñán añadió que “nunca tuvo respuesta satisfactoria” a las peticiones de información que hizo a la fundación. Al punto precisó que el jueves, un día antes de su comparecencia, sí recibieron el inventario solicitado de bienes adscritos a la Quinta. En el listado no figuran ni el Goya ni el Greco, ente otras obras que también se excluyen. Las peticiones, no satisfechas, de la consejera no sólo se limitan al inventario. También a todas las actas del patronato desde la constitución de Fundación y a los estatutos vigentes, “dado que quería asegurarme de todas las posibles modificaciones que sufrieran en los treinta años de vida de la fundación”.

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