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Arte nuevo y reivindicativo en Laboral

Los proyectos “residentes” en el centro gijonés dan visibilidad a la creación femenina, la comunicación de un autista o la discapacidad en el entorno rural

Chantal Franco y Patricia Toral. | Pablo Solares

Hay nervios, pero control de la situación. Y eso alivia. Chantal Franco y Patricia Toral apuran la recta final de su residencia en Laboral Centro de Arte. Integran la compañía de teatro “Luz, Micro y Punto”, que este viernes estarán en la Noche Blanca en Oviedo, en la sala cámara del Auditorio, con su trabajo “Estrellas sonoras”. Es una de las propuestas para este trimestre, dentro del programa de residencias de Laboral, en el que también hay música electrónica o una película documental.

“Estrellas sonoras” es un espectáculo de teatro de sombras, con retroproyectores analógicos, en el que a través del rescate de melodías y el recopilatorio de piezas fabulosas interpretadas por “Los Músicos de Bremen” (piano, violín, flauta y contrabajo) se busca “poner en valor el trabajo creativo de las mujeres”, resalta Chantal Franco. “Hemos creado un personaje que engloba las vidas de mujeres compositoras importantes. Nos hemos documentado mucho, para ver el motivo por el que no pudieron llegar a publicar su obra. Hemos pasado por la vida de Ethel Smith, Clara Schumann o Alma Mahler”, apunta Toral. Esta propuesta, para el público familiar, se presenta como una oportunidad para “sacar a todas esas mujeres que han quedado en la sombra”, coinciden Franco y Toral.

Patricia Fernández.

Del estudio de la mente autista parte el proyecto “Gateshead”. Buscando la intencionalidad comunicativa de un niño autista no verbal, Patricia Fernández y Raúl Tejón han logrado crear un collage sonoro, con todos esos sonidos del ambiente inapreciables, salvo para la hipersensibilidad auditiva. Así, por ejemplo, lo que puede parecer unos platos de batería son, en realidad, unas cucharillas de café de un bar. “Es un proyecto de investigación. Compartíamos la inquietud de saber si era una cosa poética o una base real”, explica Patricia Fernández. “Iniciamos con una grabación, subimos el volumen a lo que no escuchamos e hicimos un collage sonoro. No utilizamos ningún instrumento, por lo que respetamos el tono. Ahora el trabajo ha sido descomponerlo”, relata.

“Todo lo que existe vibra, generando así un sonido, que puede no estar en el rango audible para una mente neurotípica pero sí ser percibido por un cerebro neurodiverso”, explica Patricia Fernández, que ahora afronta junto a Tejón la segunda parte de este proyecto: hacerlo llegar al público por medio de una composición de música electrónica. “La gente piensa que es solo una fiesta de música y baile, y en realidad tiene un millón de conceptos, como puede ser esto”, subraya.

Juan Falcón.

Con “Sin voz”, Ana Izarzuagaza muestra en una película documental, que transcurre en Illano, en fala, en la que se traslada la vida con discapacidad en el entorno rural, de una persona con sordera. “Todo surgió a raíz de las historias que me contaba una amiga que creció en Illano”, explica Izarzugaza. “Durante mucho tiempo este proyecto se llamó ‘El péndulo’, porque tiene que ver con extremos, el del aislamiento rural y las ruinas postindustriales, hasta ese contraste entre el ruidismo como disciplina musical y el silencio de la naturaleza, en un lugar tan aislado como Illano”, relata la artista. “La motivación de este trabajo es el péndulo, de que dentro de cada uno puede estar el ruido más atronador o el silencio más extremo”, subraya sobre su proyecto, sin querer revelar más detalles sobre la vida de la protagonista.

Ana Izarzuagaza.

Otro de los residentes que trabaja actualmente en Laboral Centro de Arte es el ovetense Juan Falcón, con su proyecto “Mundo-imagen”, que reflexiona sobre la relación compleja entre la naturaleza de las imágenes y la evolución de sus significados en el núcleo de la cultura actual. Falcón ha estado trabajando en los últimos tres años en esa misma línea conceptual del tratamiento de la imagen, y ahora, con esta obra de videografía, ha llegado a su parte final. “A raíz de elementos archivísticos, fotografía, vídeo y pintura, sale este vídeo inversivo, en el que una persona puede meterse en una sala, y la obra te involucra a tí mismo. Te envuelve, es como navegar en la red, es un mar de imágenes, de pantallas emergentes”, afirma el creador ovetense residente ahora en Laboral Centro de Arte.

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