El espectáculo “Les Scaramouches” de la agrupación “Forma Antiqva” sirvió ayer como pistoletazo de salida a la nueva temporada de la Filarmónica de Gijón en el teatro Jovellanos y, de paso, como un elegante homenaje al arte barroco francés. Los creadores de la obra, que se proponían llevarse al odeón gijonés al ambiente cortesano del Versalles de Couperin, llevaron a escena un ambicioso recorrido por la comedia francesa dirigida por el músico Aarón Zapico y con la actriz Ana Villa como narradora de la historia, que se centra en la clásica figura de Scaramouche.
El conjunto instrumental y vocal de “Forma Antiqva” puso a sonar en Gijón a algunos de los grandes maestros del barroco francés como Marais, Leclair y Corrette en un repertorio cuidado con mimo.
Tras la de ayer, la Filarmónica tiene programados otras quince representaciones hasta mayo del año que viene. La próxima será este mismo mes, el día 27, con la puesta en escena de “Los históricos de la Filarmónica: Vázquez del Fresno”, que contará con la soprano Beatriz Díaz y con el propio Luis Vázquez del Fresno al piano. Antes de fin de año, además, el Jovellanos acogerá otras dos piezas. La primera “Piazzolla x 100”, un repertorio de obras de compositor con una banda más completa. Saldrá a escena el 11 de noviembre. Un mes después, el 15 de diciembre, la Filarmónica cerrará el año con un concierto del pianista Dmytro Choni, que interpretará piezas clásicas de Schumann y Brahms, entre otros.
