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Jota García dibuja, ella le guía: el cómic de la Santina

El dibujante ovetense lanza el tebeo “Pequeña y galana”, con la Virgen de Covadonga de protagonista

Jota García, con un ejemplar de “Pequeña y galana”. Irma Collín

La idea le surgió de una conversación que mantuvo con un párroco “muy conocido” que le explicó “cómo la Virgen había ayudado a ganar la guerra luchando contra el comunismo”. En ese momento, Jota García, un diseñador y dibujante ovetense de 32 años, tuvo una visión: la imagen de una Virgen guerrillera que acaba de hacerse realidad en el cómic “Pequeñina y galana”, protagonizada por una mujer “texturizada” como la Santina, una “historia anacrónica y de ficción” y cuyo argumento es, según se lee en la contraportada, el siguiente: “Covadonga es una madre frustrada que tiene que anteponer su trabajo como sicaria de Dios, antes de cumplir su sueño de ser madre. La Iglesia debe ocultar su embarazo, fruto de un encuentro romántico con el caballero Pelayo. Este contratiempo, llamado Favila, deberá resolverse, ya que sería un obstáculo para la creación del armamento devoto que se estaba llevando a cabo. Un viaje macarra, anacrónico y muy salvaje, repleto de irreverencia y mucho anticlericalismo”.

Jota García lanzó su nuevo cómic en redes sociales el pasado 8 de septiembre, coincidiendo con el Día de Asturias. Y está “flipando” por la cantidad de pedidos que está recibiendo. “No esperaba que trascendiera tanto”, añade este creador que se educó en un colegio de monjas de Oviedo y al que, de niño, cuando se portaba mal, su madre le advertía: “Te vamos a meter interno en la Escolanía de Covadonga”. Como oferta de lanzamiento, Jota ha impreso una parodia de la ya legendaria pegatina covadonguista que lucían cientos de coches en Asturias. Solo que en esta ocasión ha cambiado la leyenda: “Yo conduzco, ella dispara”. El cómic se adquiere online, a través de su editorial (Unbrained Comics) y también en tiendas especializadas. Jota es perfectamente consciente de que ha optado por un tema polémico. De hecho, ya ha recibido reacciones negativas en Twitter: “El comentario que me hacían todos tenía un denominador común: a ver si me atrevía a hacer lo mismo con Mahoma”. También le echaron en cara que hubiera “hipersexualizado” a la protagonista, dándole una imagen excesivamente neumática a su Covadonga, asemejándola a una heroína tarantiniana de película de serie B. Jota buscó esa imagen “por darle ese rollo guerrillero, un cliché cinematográfico, lo totalmente opuesto a la realidad”. Y así creó a una mujer escultural y de gatillo fácil, armada con fusil de asalto y granadas de mano, empleada en una misteriosa organización llamada La Central, “que engloba todas las religiones” y está dirigida por un tal “Dios”. El diseñador y dibujante afirma que, a la postre, su cómic es solo la “historia de una madre que lucha por su hijo”. También admite que acabó “encariñándose” con el personaje.

Jota incide en que su “Pequeña y galana” no es “una historia real, es una historia de ficción inspirada en otra historia de ficción”. Jota, quizá no haga falta aclararlo, no es en absoluto religioso: “El dogma no me gusta”

–¿Cree que “Pequeña y galana” puede resultar ofensivo?

–La gente que compra estos cómics está acostumbrada a cosas peores, pero si cae en manos de una persona con sentimientos religiosos muy profundos sí puede sentirse ofendida. Fíjese lo que pasó recientemente con ese cartel de Zahara (la cantante aparecía vestida como la Virgen, lo que provocó la protesta de Vox y su retirada). Ya me han hecho bromas en relación a que la asociación Abogados Cristianos tiene reservado un sitio para mí.

–¿Le preocupa?

–Claro. Hay una cultura de la cancelación horrible. Lo políticamente correcto me rechina. Mi padre intentó disuadirme de que hiciera el cómic. Decía que iban a boicotearme, a lapidarme. Mi madre me dijo: haz lo que quieras. Lo hago por soberanía personal. Pero que me presenten un pleito ya no me mola. Me asusta.

El cómic termina en “una especie de canto del cisne, un ‘muero matando’”, una escena que se desarrolla en un supuesto búnker existente en la basílica de Covadonga. Y, como epílogo, una carta que Covadonga le dirige a su retoño Favila: “No desperdicies tu vida, el único mundo que existe es el mundo terrenal y la vida en él contenida. (...) Vive tu propia vida; solo te debes fidelidad a ti mismo, juega tu propio juego y sé el dueño de tu libertad. Te quiere, mamá”.

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