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Mindfulness con la marca Abramovic

“Meditaciones en sonido” resultó ser una original práctica de atención plena inspirada en la ganadora de las Artes

Lohez, al violín, rodeada de público, en el taller de La Vega. | Miki López

María Cueva apareció en el espacio delimitado por unos bastidores y algunas plantas, en medio de la nave donde hace años funcionaba el taller de la Fábrica de Armas de La Vega, y se sentó ante el piano, inmóvil, impertérrita, sin pulsar ni una tecla durante más de cuatro minutos. Así, con la interpretación de “4’33” de John Cage, una partitura sin notas y en la que solo hay silencio, comenzaron ayer las “Meditaciones en sonido” inspiradas en el método Abramovic, que viene a ser como una variante artística del popular mindfullnes.

La actividad, un taller concierto dedicado a la ganadora del premio “Princesa de Asturias” de las Artes, invitaba a los participantes a adentrarse en “una escucha profunda” y desprenderse de los hábitos de escucha convencionales. La pianista María Cueva y la violinista Sabine Lohez se fueron alternando en escena, interpretando “Spiegel im Spiegel” de Arvo Pärt y una selección de la “Partita n.º 2” de Johann Sebastian Bach, entre otras composiciones. A veces jugaban al extrañamiento y el público acababa sorprendido por un sonido extraño o salido de un rincón inesperado.

Durante los cuarenta minutos que duró la interpretación de Cueva y Lohez la gente -95 personas- permaneció absorta, unos en sillas y otros en pufs repartidos por el suelo. Algunos habían retirado lápices y rotuladores y papeles de distintas texturas, disponibles en un par de muebles, colocados a ambos lados de la entrada, y con los que les invitaban a dejar que sus manos trazasen lo que la música les transmitía.

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