La nadadora paralímpica Teresa Perales (Zaragoza, 1975) recibió los aplausos con una sonrisa que no le cabía en el rostro. Devolvió los aplausos con besos y saludos tras haber luchado, una vez más, contras las barreras arquitectónicas para llegar a la puerta del Reconquista.

La nadadora, con 27 medallas en los juegos paralímpicos se llevó una última de plata en Tokyo en la modalidad de 50 metros espalda. Su relación con Oviedo, una tierra “conocida y muy querida” viene de antiguo. Los juegos de Atenas 2004 los preparó en la capital asturiana, donde también ha ofrecido conferencias. “Estoy muy feliz de estar aquí por fin”, resumió ante los medios.

Perales, ejemplo de superación, quiso transmitir “el agradecimiento a la Fundación Princesa de Asturias” por el Premio y por lo feliz que le hace a ella y a su familia y “por lo que significa para la sociedad en general”. “Es un privilegio y me siento tremendamente agradecida”, terminó.