A José Andrés lo de la burocracia no le gusta nada. Lo expuso este martes por la tarde en la Junta ante los diputados asturianos que asistieron a un coloquio con el cocinero, premio "Princesa" de la Concordia de este año. El mierense, aunque emigrado con 5 años a Cataluña y posteriormente afincado en Estados Unidos, animó a sus señorías a simplificar las cosas, a hacer leyes prácticas y, sobre todo, que ayuden a arreglar problemas en situaciones de emergencia.
En su argumentación expuso un caso propio y reciente: la imposibilidad de sobrevolar el centro de Oviedo con un dron. El chef graba estos días en Asturias el primero de los seis capítulos de un documental sobre comida. En la capital asturiana ha estado por sidrerías, el mercado de El Fontán... Su intención era tomar unas imágenes aéreas con un dron, pero no le han dejado. "Al parecer hay una ley que lo impide porque puedo poner en riesgo la seguridad aérea. Pero si no íbamos a llegar ni a tres plantas con el aparato...", se quejó. Acto seguido, dijo entenderlo: "De acuerdo, la ley es esa, yo no quiero saltármela y hay que cumplirla. Esto al fin y al cabo es una pijada, el documental saldrá igual y no pasa nada por no meter esas imágenes".
El problema, advirtió, surge cuando lo que impide una ley no es rodar un documental, sino ayudar a gente que se muere de hambre o necesita medicinas, algo que le ocurrió en una de sus asistencias con su fundación World Central Kitchen: "Fuimos en helicóptero a llevar comida a varias islas, más de 14. En barco era imposible e inútil, no llegabas a tiempo. Pues pasó que no teníamos cobertura para pedir permiso para volar en helicóptero, no había forma de tramitarlo. Yo en ese caso me arriesgué, me salté las leyes y pude haber sufrido una multa. Pero lo primero eran las personas, las vidas humanas".
