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Leonor y Asturias, la alianza más sólida: la Princesa antepone los Premios a la celebración del 12 de octubre

La heredera al trono llega hoy a Oviedo desde Gales, donde estudia este curso, para presidir los galardones

La Princesa Leonor en los jardines del UWC Atlantic College, en Gales, donde está estudiando el bachillerato CASA S.M. EL REY

¿Es más importante la ceremonia de los “Princesa de Asturias” que el Día de la Fiesta Nacional? Complejo dilema. Para Leonor de Borbón, al menos en esta ocasión, sí. La Princesa se ausentó en el desfile del 12 de octubre en la Castellana, y en la recepción posterior en el Palacio de Oriente, pero sí presidirá el viernes la ceremonia de entrega de los Premios que se “apellidan” con su título, “Princesa de Asturias”, lo que es lo mismo, primera en la sucesión al trono de España.

Dejando la importancia a un lado, en la vida se dan a veces confluencias (no demasiadas) entre obligación y devoción. Esta es una de ellas para Leonor, asturiana ejerciente como hija de una ovetense. El Principado es importante en la vida de la heredera desde el 31 de octubre de 2005, el día de su nacimiento en la clínica Ruber de Madrid, como primogénita de los entonces Príncipes de Asturias y hoy Reyes de España, Felipe de Borbón y Letizia Ortiz.

Ella misma ha refrendado en varias ocasiones ese estrecho vínculo que mantiene con la región, al aludir a lo cercana que siente la tierra de su familia materna. Por eso, entre otras razones, la Princesa no podía faltar a la cita en este año de “recuperación de la normalidad”. “Leonor of Spain”, que así la llama la prensa inglesa y europea, llega hoy a Oviedo desde el UWC Atlantic College de Gales para participar en los actos de entrega de los galardones y debutar por la tarde, con su hermana Sofía, en el concierto previo al gran día, en el Auditorio Príncipe Felipe, a cargo de la Orquesta Sinfónica del Principado, que interpretará “Fantasía para un gentilhombre” y “Concierto de Aranjuez”, bajo la dirección de Josep Vicent, con la participación del guitarrista Pablo Sáinz-Villegas.

El viaje a España, primero desde que se incorporó al colegio británico el pasado 30 de agosto, también se justifica con las vacaciones que el centro tiene fijadas desde el 22 al 31 de octubre. Además, el internado, de la red United World Colleges, tiene una estricta normativa en cuanto a las salidas y permisos de sus alumnos y no hacen excepciones. Según estas reglas, si Leonor asistía al desfile del día de la Hispanidad el centro no le hubiera permitido asistir a la entrega de los premios, o al menos perder un día de clase este jueves. En cualquier caso, Casa Real se decantó por escoger que la Princesa cumpliera con la fundación.

Sin saber con certeza lo que les habrá contado a sus compañeros de internado, ubicado en el castillo medieval de St. Donald, en el valle galés de Glamorgan, donde cursa primero de Bachillerato, casi seguro que les ha transmitido la ilusión que siente por viajar a una región verde y montañosa igual que Galés, también de raíces célticas y cultura apegada a la tierra y al mar.

La presidenta de honor de la fundación creada precisamente para estrechar los vínculos entre los herederos de la corona y la región en la que se forjó la monarquía española, llega a la ciudad convertida en una mujercita de casi 16 años, que ya vuela sola y pisa el mundo con aplomo y seguridad.

Allí en Glamorgan, cerca de Cardiff, habrá ensayado Leonor de todos los Santos de Borbón y Ortiz, el discurso que ofrecerá en el Teatro Campoamor. Será difícil no emocionarse ante las palabras que simbolizan el regreso de la ceremonia al escenario habitual, tras la pandemia que casi paralizó el mundo y cambió los hábitos de vida.

El viernes la Princesa y la Infanta Sofía volverán a comparecer junto a los Reyes para presidir varias audiencias, la principal con los presidentes de los jurados, los miembros de los patronatos y los galardonados de esta edición, en el Salón Covadonga, antigua capilla del hotel Reconquista de Oviedo. El sábado, la familia real visitará Santa María del Puerto, en el concejo de Somiedo, elegido “Pueblo ejemplar” de Asturias de este año. Este acto impedirá a los reyes asistir a la boda de Philippos de Grecia, primo de Felipe VI, que se casará en Atenas con Nina Flohr.

El UWC Atlantic College, fundado por el educador alemán Kurt Hahn quien, previamente, había puesto en marcha la escuela Gordonstoun en Escocia, y Schule Schloss Salem en Alemania, donde estudió la Reina Sofía, ha sido el destino escogido para que Leonor continúe formándose, después de haber completado Primaria y Secundaria en Santa María de los Rosales de Madrid, el mismo colegio en el que se formó Felipe VI. La Princesa parece haberse adaptado genial a su primera experiencia académica lejos de casa, siguiendo también los pasos de su padre, que cursó el año previo a su entrada en la Universidad en el Lakefield College en Ontario (Canadá).

El colegio, en activo desde 1962, tiene en su ideario la promoción del entendimiento internacional a través de la educación y “proporciona una plataforma para que los jóvenes puedan aprender a través de experiencias compartidas y se sientan empoderados para marcar una diferencia positiva“, según informa su página web. Entre las compañeras de Leonor se encuentra la Princesa Alexia de los Países Bajos que, como ella, recibe un programa académico que comprende materias de ciencias y de letras, que se completa con un curso interdisciplinario común sobre teoría del conocimiento y una monografía de carácter investigador. También consta de un programa especial de creatividad, con formación en teatro, música, arte, deportes y servicio a la comunidad, basado en apoyo en escuelas locales, trabajo con niños con discapacidad intelectual, tercera edad y primeros auxilios.

El violonchelo, la hípica y el cine son algunas de las aficiones conocidas de la princesa, a la que le quedan apenas dos años para alcanzar la mayoría de edad, momento en el que podría ser proclamada reina. Los tiempos no son los mismos que los que vivió su padre, pero aunque cambie la forma el fondo se mantiene: las princesas apenas deciden sobre su vida, al menos Leonor tiene a Asturias como una alianza sólida y familiar.

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