No podían defraudarle en su tierra y no lo hicieron. El cocinero José Andrés, premio “Princesa de Asturias” de la Concordia, se ha mostrado satisfecho con los tres planes de emergencia diseñados por los alumnos asturianos de formación profesional en Hostelería y Turismo para cubrir las necesidades alimentarias de la población ante una catástrofe. “Ya tenemos equipo aquí”, dijo el chef a Nate Mook, director de World Central Kitchen, la fundación que José Andrés impulsó en 2010 para llevar comida a lugares azotados por catástrofes.
Ambos han visitado la fábrica de La Vega, donde los institutos de Aller, Llanes y Pravia les han expuesto su trabajo. La Fundación Princesa de Asturias les encargó el diseño de un plan para atender y dar comida a unas 4.500 personas aisladas por una hipotética inundación.
“Buen trabajo”, resumió el cocinero, quien no obstante no dudó en darles consejos, matizar algunas cuestiones y corregir aspectos que podrían dificultar la eficacia del contingente de ayuda. “Me emociona tener alumnos de escuelas de hostelería que piensen como si fueran expertos en emergencias para arreglar problemas que puedan surgir en determinados sitios de Asturias”, señaló. “Si eso sucede no tengo dudas de que estamos preparados para atender a la gente en el futuro. Dios no lo quiera, pero si algo pasa, veo que entre todos se afrontará el problema. Asturias alimentará a los asturianos”.
José Andrés insistió en las ideas que lleva repitiendo en los últimos días en la Semana de los Premios y aconsejó a los jóvenes empatía, atender a los que piensan de forma distinta y actuar. “Las pequeñas acciones desde la empatía son el arma del bien”, dijo.
Nate Mook, experto en cinematografía, alabó el trabajo del cocinero asturiano: “Cuando le conocí me demostró que la gente del mundo de la gastronomía puede contribuir a arreglar los grandes problemas del mundo, porque está conectado con la educación, la salud, el medio ambiente... Él sueña a lo grande”.