Si no pagas por un servicio, es que el producto eres tú. Esta popular expresión ha servido para ilustrar el funcionamiento del modelo económico de internet. Pero que pagues no significa lo contrario. Y es que plataformas de “streaming” como Netflix, HBO, Amazon Prime o Disney+ usan las películas y series que ven sus usuarios para crear perfiles de ellos y vender esa información a terceras empresas, que la usan para bombardearnos con publicidad personalizada. Cuando miras la televisión, ella también te observa.

Así lo desvela un estudio publicado esta semana en Estados Unidos por Common Sense Media, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para proteger la privacidad de menores y familias en el mundo digital. Sus conclusiones señalan que todas las grandes plataformas, a excepción de Apple TV, incurren en esas prácticas y no cumplen con los requisitos mínimos de privacidad.

La organización apunta que grandes servicios de televisión a la carta como Netflix se lucran con las vastas cantidades de información que recopilan de sus usuarios. Y es que sus sistemas son capaces de conocer como eres a través de tus gustos cinéfilos y seriéfilos.

Las plataformas de “streaming” usan esos datos para mandarnos publicidad personalizada que nos persigue por todo Internet. También los venden a terceras empresas –como al negocio publicitario de Google y Amazon– para que hagan lo mismo, embolsándose a cambio grandes sumas de dinero en el camino.

El informe de Common Sense Media señala otra problemática añadida, y es que los ciudadanos no tienen vías para conocer qué datos extraen de ellos esas plataformas y cómo se usan después. La recopilación de información tiene fines útiles como permitirte recuperar una contraseña o saber por qué temporada y episodio vas, pero son muchos los expertos que han denunciado un abuso en ese proceso de usurpar nuestros datos personales.

¿Alguna vez te has preguntado por qué lo que lees en internet, la cosas de las que chateas con tus amigos o los vídeos que ves te aparecen después en forma de anuncio? No es por pura coincidencia. Todo lo que hacemos en la esfera digital deja un rastro que se convierte en una auténtica mina de oro. El modelo de usar esa información para vendernos anuncios es el motor que ha impulsado a grandes gigantes como Google o Facebook, pioneros en la extracción de datos personales.

Aunque ambas compañías operan en el sector tecnológico, la verdad es que son plataformas publicitarias. El año pasado Google ganó 147.000 millones de dólares en publicidad, lo que supone un 80% de sus ingresos. Por su parte, Facebook se llevó 84.200 millones en publicidad, un 85% de su facturación.

Son muchos millones. Está claro que las plataformas de “streaming” también quieren parte de un pastel tan suculento.