El patronato de la Fundación Selgas-Fagalde reconoció expresamente el 5 de febrero de 1994 que el cuadro de Goya “Aníbal vencedor” formaba parte de su colección. Los grupos políticos asturianos han denunciado que la venta de este cuadro con destino al Museo del Prado vulneraría los estatutos fundacionales de la entidad, creada expresamente por las hermanas Carmen y Manuela Fagalde para conservar en su integridad y evitar la dispersión de todo el patrimonio reunido por los Selgas en torno a la magnífica Quinta que levantaron en El Pito (Cudillero).

La Fundación Selgas-Fagalde ha negado reiteradamente tanto a la consejería de Cultura como al Ministerio de Cultura que el Goya que vendió el año pasado a la Asociación de Amigos del Prado por 3,3 millones de euros pertenezca a la dotación de esta entidad. Es más, tal y como detalló la consejera Berta Piñán, la Fundación rechaza incluso que pueda hablarse de una colección y que, además, en modo alguno estaría vinculada a Asturias. LA NUEVA ESPAÑA ha accedido al acta de la reunión del patronato de la Fundación Selgas-Fagalde celebrada en Madrid el 5 de febrero de 1994. Y en ella se refleja que el Goya sí formaba parte de su colección.

Durante este encuentro se expuso y se dio el beneplácito al inventario presentado por la catedrática de Historia del Arte de la Universidad de Oviedo María Cruz Morales, por entonces también integrante del patronato. En este inventario, a cuyas fichas también ha accedido este periódico, se incluye, además del Goya mencionado, el lienzo “Inmaculada Concepción”, de El Greco. Junto a la venta del “Aníbal vencedor contempla por primera vez Italia desde los Alpes” (ese es título completo), la Fundación también trató de desprenderse de esta obra con destino al museo de arte de Budapest, por un precio que rondaría los 7 millones de euros. Después de que LA NUEVA ESPAÑA destapara la operación, el Ministerio de Cultura la abortó, al declarar la obra inexportable.

La Fundación Selgas-Fagalde, una de las mejor dotadas de su clase en España, con bienes por 95 millones de euros, argumenta que tiene “necesidades económicas” y que la enajenación de sus principales obras pictóricas es la única salida para lograr la estabilidad financiera. Con esa argumentación, en noviembre de 2020, los patronos aprobaron una declaración formal por la que estos cuadros no se consideraban bienes adscritos a la dotación de la Fundación. De esta manera se podría eludir el blindaje estatutario que impedía venderlos. La fiscalía, tras las denuncias de Podemos y Foro, ha abierto diligencias. El Principado ha pedido que la Fundación sea intervenida y el Ministerio analiza el caso desde hace dos meses, sin que haya tomado aún una decisión.

La catedrática Mari Cruz Morales detalló el inventario de obras en la reunión del patronato del 5 de febrero de 1994, con mención expresa al Goya

En febrero de 1994 no había duda alguna de que los dos cuadros pertenecían a la colección de la Fundación Selgas-Fagalde. Tanto que, de hecho, ya había constancia documental de que estaban colgados en la Quinta de El Pito en 1924. En la reunión del patronato del 5 de febrero de 1994, María Cruz Morales informa de que “el inventario está prácticamente completo, con sus fotografías y fichas, siguiendo el modelo oficial”. Dice que en ese momento “están identificados todos los objetos que constituyen el patrimonio artístico de la institución”. Añade que “se han descubierto importantes obras de arte, y se abre, para el futuro, un vasto campo de investigación sobre las bases que acaban de establecerse”. A continuación, los patronos examinan las fichas y se proyectan las fotografías de ese inventario, “apreciándose su calidad y la acertada identificación y catalogación que incluyen”, dice textualmente el acta.

La catedrática hace, “a petición de los señores patronos”, una “exposición resumida de las principales obras de arte”. Y añade el acta: “Entre ellos destaca el hallazgo del cuadro de Francisco de Goya, en su primera época, denominado ‘Aníbal cruzando los Alpes’, cuadro que el pintor presentó al concurso de la Academia de Bellas Artes de Parma y que se encontraba perdido desde hace dos siglos”. La catedrática detalla que el lienzo “fue identificado por los asesores técnicos del Museo del Prado y se considera una de las obras más valiosas e interesantes de la colección”. La especialista hace una precisión: “En todo caso, el inventario general, aclara, respeta y coordina, si bien completándolo amplísimamente, el original inventario confeccionado por Don Juan de Selgas en el año 1924”. Este inventario citado también recoge, como obras que decoraban la Quinta, los mencionados lienzos de Goya y El Greco.

Elogios al inventario

A continuación, según el acta al que ha tenido acceso este periódico, “toma de nuevo la palabra el señor presidente (el abogado Gregorio Peña Varona, presidente en la actualidad) para agradecer a María Cruz Morales su documentada exposición y para proponer, como así se acuerda por unanimidad de todos los presentes, conste en acta el agradecimiento a ella y a sus dos colaboradoras, la realización del inventario explendido (sic) y la labor de investigación desarrollada”.

En anteriores encuentros, el patronato había elegido a Gregorio Peña de manera provisional para completar las gestiones de testamentaría y ordenar todo el patrimonio de la entidad. En este encuentro ­–en el que se ausentaron el alcalde de Cudillero, por entonces Francisco González Méndez; el vicario general de la Diócesis, Javier Gómez Cuesta, y Antonio Adanero, patrono privado y hombre de confianza de las hermanas Fagalde– se reeligió a Peña Varona como presidente, cargo de ocupa en la actualidad. En el encuentro, se elogia su gestión “tenaz y positiva”. Peña Varona lo agradece y dice que “quizás, hasta ahora ha habido un cierto personalismo en la gestión. Todo ello se derivaba de la necesidad de adoptar y gestionar con agilidad y de la propia unidad que debía buscar para aunar los criterios de la Fundación y de la herencia yacente”. Dice, que conforme a su carácter, “asume mejor las críticas que los elogios”.

En ese encuentro, Peña Varona tomó la palabra para indicar que, como en ese momento El Prado estaba organizando la exposición “El cuaderno de Italia”, ha recibido la llamada del director del Museo –entonces Calvo Serraller, que después sería patrono de la Fundación Selgas– para que les preste el Goya, cosa que el patronato aprueba. También se da luz verde a otra propuesta del presidente: destinar, a lo largo de tres años, 150 millones de pesetas al Prado para que éste forme restauradores que luego puedan trabajar en la restauración de la colección artística de la Quinta.