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El “boom” de quedar para comer y cenar en Navidad

Los asturianos, a punto de agotar las reservas en los restaurantes, que ya acogen reuniones prenavideñas: “Estamos desbordados”

Una fiesta de Nochevieja en Gijón, en una imagen de archivo.

Esta información ha sido realizada por Mariola RIERA (Oviedo), Manuel CASTRO (Gijón), Nel OLIVEIRA (Avilés), Andrés ILLESCAS (Posada de Llanera) y Miguel Á. GUTIÉRREZ (Langreo)

“Nosotros ya empezamos esta semana a tener grupos de comidas y cenas navideñas”, avanza la hostelera Mónica Quirós, de La Cava de Floro, en Oviedo.

“Estamos desbordados”, describe el empresario del grupo Gavia de Gijón Javier Martínez.

“Recibimos reservas desde octubre”, constatan en el Palacio de las Nieves de La Felguera.

“Hay muchas y abundantes”, sentencia Jerónimo González, de La Campana (Pruvia, en Llanera).

A buen entendedor pocas palabras bastan para ver que la hostelería asturiana afronta una dulce Navidad en cuanto a ingresos a tenor de la previsión que manejan de reservas para comer y cenar durante las fiestas. Nadie quiere acordarse de hace justo un año cuando los aforos estaban reducidos a la mitad, los horarios restringidos y, básicamente, el miedo estaba en el cuerpo de los ciudadanos, temerosos de contagiarse por covid y, por tanto, dispuestos a limitar al máximo las salidas, lo que tuvo en la hostelería regional una de sus principales víctimas. Ahora, todo lo contrario. “A la gente se la ve con ganas de vivir como le gusta al asturiano y al español, salir a comunicarse”, sostiene Javier Martínez.

Con todo, hay cierta cautela por ver qué pasa después de que en las últimas semanas los contagios hayan iniciado una escalada, lenta pero continua. Mirar a Europa tampoco tranquiliza y ya se sabe: cuando las barbas del vecino veas pelar...

Dibujo navideño.

“No detectamos temor entre la gente, aunque la cosa se está complicando de nuevo un poco y nos mantenemos a la expectativa”, explica Eva González, del restaurante Peña Mea. El maître del Hotel 40 Nudos de Avilés, Carlos Nieto, no teme, sin embargo, por el aumento o el regreso de las restricciones de cara a Navidad, ya que no cree “que en las condiciones actuales corten las cenas, sería el fin para los hosteleros”. La implantación del pasaporte covid –demostrar a la entrada del local que uno está vacunado con el correspondiente certificado– es la medida que posiblemente se adopte en el Principado si el coronavirus sigue al alza.

Entre los clientes, Jerónimo González sí que percibe cierta intranquilidad: “Nos estamos acercando a la normalidad, pero estamos preocupados por lo que pueda ocurrir ahora. Hay un porcentaje de la población que tiene miedo, pero debemos dar seguridad y volver. A nivel de reservas estamos contentos, pero te puede ocurrir que ese grupo de 50 acabe en 45 por miedo de algunos”.

De momento, lo que es un hecho es que los asturianos tienen ganas de celebrar y la Navidad es la época perfecta. En La Cava de Floro se preparan para atender a grupos de 15, 20 personas, incluso espichas que rondan el medio centenar. “No hay un número fijo, pero sí, son numerosos”, explica Mónica Quirós. “Nosotros para Navidad, Año Nuevo y Reyes ya lo tenemos completo (el local tiene 90 plazas). Y lo que estamos notando mucho es el encargo de comida a domicilio”.

Encargos para el domicilio, al alza

Opina esta empresaria que lo de comprar la comida en el restaurante ha llegado para quedarse tras la pandemia y de aquí a las fiestas navideñas irá al alza, “no tanto como el año pasado, pero sí que crecerá”. Mónica Quirós cree que el aumento del covid influirá en la gente, “que replegará algo y, si estaba pensando en salir a comer o a cenar, igual opta por quedarse en casa, y en ese caso muchos deciden encargar la comida al restaurante. Para nosotros será un importante dato en la venta”.

Javier Martínez, socio fundador del grupo Gavia de Gijón –gestiona los restaurantes Bellavista, Mamaguaja y Ciudadela y las pizzerías Gepetto Centro y Gepetto Arena–, también ha visto adelantarse las reservas. Hay grupos, de entre 15 y 20 amigos, que ya han celebrado incluso el encuentro navideño. “Habitualmente eran reservas para la semana anterior a Navidad, pero nosotros este año ya estamos teniendo para la semana del 13, porque para la otra no hay huecos. Se comenzaron a recibir en septiembre, para grupos de entre 30 y 70 personas, aunque hay algunos de hasta 150, y todos los días llaman para hacerlas. De jueves a sábado se reservan cenas o comidas y otros días de la semana fundamentalmente comidas”, explica el empresario, que no oculta “cierta preocupación” por lo que pueda pasar. “Confiamos en rematar con la Navidad el verano estupendo que tuvimos y el buen otoño”.

En Avilés la temporada navideña va viento en popa. Las reservas se agotan en los establecimientos y los aforos previsiblemente estarán al completo. En el caso del Hotel 40 Nudos, para los fines de semana del 11 y del 17 de diciembre ya no hay hueco. “Hará como mes y medio que los tenemos llenos”, asegura Carlos Nieto. Los grupos en Avilés rondan entre 25 y 30 personas, aunque los hay hasta de 80.

Las comidas de Navidad se esperan con “muchas ganas” en las Cuencas. “Estamos recibiendo reservas desde octubre y ahora mismo estamos a tope para esas fechas, tanto para comidas de empresa como ya en Navidad para lo que son reuniones familiares”, explican los responsables del Palacio de las Nieves. “En lo que son comidas de empresa la más numerosa que tenemos encargada es para unas cien personas, pero también las hay de grupos más pequeños”. Los responsables del establecimiento aseguran que, tras la restricciones de los últimos meses, “la gente tiene muchas ganas de poder reunirse y celebrarlo. No percibimos que haya miedo, sino confianza en que se pueda controlar y no vaya a más”. Buena previsión también en Llanera. “Son grupos más bien pequeños, pero también hay alguna comida grande que hacíamos antes y eso se está retomando. Temor no lo detectamos, parece que se está volviendo a complicar un poco y nos mantenemos a la expectativa”, concluye Eva González.

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