Desde el pasado 20 de noviembre la doctora portuguesa Rosario Abreu es “Asturiana Adoptiva en Madrid”, una distinción que el Centro Asturiano en la capital española le ha otorgado en reconocimiento a su contribución, como miembro de la Asociación Iberoamericana de Salud Escolar y Universitaria, a la organización de los Encuentros de Educación y Salud que celebra periódicamente. El vínculo entre Abreu y el Centro Asturiano quedó sellado con la donación de un retrato de la Princesa de Asturias, que la médica encargó personalmente al acuarelista portugués Carlos Santos Marques.

Rosario Abreu, que reside en Lisboa y que actualmente preside la Asociación Portuguesa de Salud Escolar (APSEU) y es vicepresidenta regional para Europa de la Asociación Iberoamericana de Salud Escolar y Universitaria, no había vuelto a pisar Madrid y su Centro Asturiano desde el estallido de la pandemia de covid. En 2019 Carlos Santos Marques comenzó a trabajar en el retrato de la Princesa Leonor, a partir de una foto familiar entregada por la Casa del Rey al Centro Asturiano.

Abreu cuenta que su madre era amiga de la Reina Sofía y que fue así como ella conoció al Rey Felipe VI cuando era un niño. El cuadro de su hija ha estado guardado en su casa durante los dos últimos años, a la espera de poder viajar a Madrid para entregárselo por fin a sus nuevos propietarios. La doctora llama la atención en que en el cuadro la heredera al trono español tiene la misma edad que su padre en el retrato de su infancia, que cuelga en otra de las salas del Centro Asturiano en Madrid.

Rosario Abreu encontró la oportunidad de visitar Madrid y el Centro aprovechó para nombrarla “Asturiana Adoptiva en Madrid”. El presidente de la institución, el psicólogo Valentín Martínez-Otero, fue quien le entregó el título y al hablar de ella destacó su “vinculación humanista y científica con el Centro Asturiano”.

A la protagonista del acto la presentó otro médico, Antonio Sáez Crespo, el presidente de la Asociación Española e Iberoamericana de Medicina y Salud Escolar y Universitaria, que reseñó “su contribución humanística y científica a la casa astur-madrileña a través de los encuentros de Educación y Salud, que se distinguen por el compromiso con la mejora de la calidad de vida”.

Rosario Abreu colabora con diversas instituciones españolas a través de la Asociación Iberoamericana de Salud Escolar y Universitaria, de la que forma parte desde hace cuarenta años. Hace diez estuvo en Oviedo, precisamente en unos encuentros sobre salud escolar. Rememora los días que pasó en la ciudad y suscribe las declaraciones que Woody Allen, cuya escultura tuvo oportunidad de ver durante su estancia, hizo sobre ella. “Todo es mágico, como un reino encantado”, coincide Abreu con el cineasta. Comenta, de paso, que hubo un tiempo, con el rey Pelayo, en el que el Reino de Asturias se extendió por una parte del actual territorio portugués.

Al acabar el acto en el que recibió el título de “Asturiana Adoptiva en Madrid”, Rosario Abreu expresó su agradecimiento al Centro Asturiano, un lugar en el que dijo sentirse como “en casa”. Antes de que la reunión se disolviese sonó el Himno de Asturias.