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Teresa Marcos: “Quería contar cómo el pecho femenino nos acompleja desde jóvenes”

La cineasta asturiana se estrena en la sección oficial de cortos del FICX con “Patología mamaria”, un documental con Olgha Montero

Teresa Marcos, ayer, en Gijón. | Á. G.

Cuando la cineasta asturiana Teresa Marcos era adolescente, en plena Transición, dice que “las tetas grandes eran franquistas, rancias”, y que ella, que se movía en los grupos progresistas y antifascistas, sufría por tener una talla de pecho demasiado grande. Este recuerdo, junto a una antigua visita al hospital para una mamografía en la que descubrió que el nombre de la unidad médica era “Patología mamaria”, un término que la fascinó, le sirvieron como detonantes para un cortometraje bautizado de esta misma manera y que concurre en la sección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón (FICX).

En él cuenta la historia real de Olgha Montero, una actriz con la que lleva años trabajando, y que relata su propio complejo, pero al revés, motivado por lo que ella entendía que era una talla demasiado pequeña. La historia se cierra, además, cuando en su propia mamografía rutinaria a Montero le rompen uno de sus implantes. “El pecho femenino, asociado desde siempre a la nutrición y a la sexualidad, nos condiciona desde pequeñas”, considera la cineasta.

La idea original de la asturiana era hacer un documental con todo tipo de mujeres que tuviesen algún tipo de relación conflictiva con sus pechos. “Quería recogerlo todo, pechos grandes, pequeños, colgantes, operados. Llevaba tiempo pensando en el complejo que nos genera a las mujeres este tema y en cuanto se me ocurrió el título lo vi claro. Empecé por Olgha, porque la conozco y sabía su historia, pero luego me topé con que todas las mujeres con las que hablaba no querían contar su historia”, relata. Así, esta primera entrevista con Montero en 2016, donde ella contaba los complejos de su adolescencia y cómo se solventaron en parte tras una operación estética, se quedó en barbecho. “Era, en ese momento, un final feliz. Pero en 2020, cuatro años después, me contó lo de la mamografía y cómo el implante roto la ha vuelto a acomplejar con su imagen, y me di cuenta que así podía cerrar la historia”, completa.

A su juicio, debatir y reflexionar sobre los pechos femeninos va mucho más allá de la estética: “Hay todo un recorrido histórico sobre esto. En épocas en las que urgen jóvenes fuertes que levanten el país los pechos se vinculan a la nutrición, y en épocas de decadencia, a la sexualidad, así que amamantar está peor visto. Cambian los matices, pero de una manera u otra, por religión o por tradición, se nos condiciona desde muy pequeños a que esto es algo importante”. Marcos, natural de Cangas de Onís, ya ha sido galardonada en diversas ocasiones en el FICX, pero este año se estrena como aspirante en la sección oficial: “Es emocionante”.

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