La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias termina mañana en el Auditorio de Oviedo (20.00 horas) su temporada “Seronda”, con el director George Pehlivanian –en sustitución de Teresa Rivero–, y el pianista Denis Kozhunkhin. Un programa integral de música rusa, patrocinado por LA NUEVA ESPAÑA que incluye el preludio Khovanschina de Mussorgsky, la Sinfonía nº 2, “Pequeña Rusia” de Chaikovski, y la “Rapsodia sobre un tema de Paganini”, en la que Kozhunkhin intervendrá como solista.

George Pehlivanian, franco-estadounidense nacido en Líbano, debuta esta semana con la OSPA. “Después de más de veinticinco años de experiencia trabajando con orquestas españolas, como la Orquesta Nacional de España o la Orquesta de Radio Televisión Española, ahora me toca el turno con la OSPA. El trabajo de esta semana está siendo muy gratificante”, explica. Al tratarse de una sustitución de última hora, el programa de este concierto estaba fijado con anterioridad a la incorporación de Pehlivanian, pero bromea con el hecho de que haber sido el director asistente del maestro Valeri Gergiev le da “alguna ventaja a la hora de dirigir repertorio ruso”. Afirma que “durante el tiempo que pasé trabajando y viviendo en Rusia y en el Teatro Mariinsky, el repertorio ruso y más aún el de autores como éstos, tan bien considerados por los programadores y por el público, constituyó un pilar fundamental de mi actividad allí”. Añade además que tiene una visión particular de algunas de las páginas que constituyen este programa junto a la OSPA. “Por ejemplo, en el caso de la sinfonía de Chaikovski, me gusta proyectar los sentimientos del pueblo ruso, su sufrimiento, creo que está muy presente en esta partitura. Busco también reflejar el sentido popular de algunos de los temas, que interpretamos algo más rápido que en otras versiones para acentuar ese sabor popular”, explica.

La postura de Pehlivanian a la hora de desempeñar sus labores de dirección se divide entre la modestia con la que “uno debe asumir el trabajo de aprendizaje musical continuo día tras día. Cuanta más experiencia tengo después de tantos años, décadas, dedicándome a la dirección, más me doy cuenta de lo poco que sé en realidad, y de lo mucho que aún me queda por descubrir”, asegura al considerar la música en directo un acontecimiento único, en el que cada obra “es distinta cada vez que la trabajas para una nueva actuación. Es algo que le sucede a todos los grandes maestros, y es importante encararlo con humildad”.

Pero enfatiza, sin embargo, que, “ese proceso continuo de aprendizaje no debe mostrarse durante los ensayos con la orquesta. El director debe ser un referente firme, que lidere el trabajo y solucione cualquier duda que pueda surgir durante los días de ensayos”.

Es la primera vez que Pehlivanian y el pianista Denis Kozhunkhin coincidan sobre un escenario. “Me parece que Las variaciones de Rachmaninov son una obra muy complicada para un pianista, y dice mucho y muy bueno de él esta elección porque es una obra muy exigente, no solo para el solista, también para la orquesta, con muchos ritmos complejos que pueden llevar a confusión con facilidad”. Kozhunkhin se proclamó ganador del prestigioso concurso Queen Elisabeth en 2010, un mérito que para Pehlivanian “es garantía de éxito, más aún teniendo en cuenta la madurez que ha ganado después de recibir el galardón”.

El concierto de este viernes, día 3, estará precedido por una conferencia previa a cargo del musicólogo Eduardo Chávarri, titulada “Ecos de la Madre Rusia”.