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Las galerías de arte asturianas retoman el ritmo precovid y dan el acelerón digital

El mercado se reactiva, con una agenda cargada de exposiciones y la vuelta escalada a las ferias, tanto nacionales como internacionales

Cornión, en Gijón, durante la exposición del pasado verano con motivo de su 40.º aniversario. | Ángel González

Las galerías de arte asturianas encaran 2022 con optimismo, muchas exposiciones, buenas expectativas de ventas y las maletas a mano para viajar a ferias nacionales e internacionales. Tras un 2020 dramático, cerradas durante meses y aguantando gracias a los ahorros, y un 2021 incierto, este año empiezan con ganas y retoman el ritmo de actividad previo al covid. En estos últimos dos años se han producido cambios sustanciales en el mercado del arte, como la digitalización, que, aunque ya estaba en marcha, recibió el empujón definitivo con los confinamientos.

Guillermina Caicoya, presidenta de la Asociación de Galerías de Asturias, tiene su espacio expositivo en Oviedo. Explica que en 2021 el sector estuvo “muy activo”. Hubo representación regional “en ferias tanto nacionales como internacionales” y recibieron el respaldo de la Consejería de Cultura del Principado, con el programa Cultura en Rede. “Hubo buenas ventas y en algún caso se realizaron adquisiciones institucionales”, indica y entre ellas destaca las del Museo de Bellas Artes de Asturias, que ha comprado obra tanto de artistas emergentes como consolidados a las galerías. “Para 2022 las galerías tienen una programación intensa en cuanto a ferias y proyectos expositivos”, asegura.

“Se reforzó la parte alta del mercado del arte como puerto refugio, invirtiendo en artistas confirmados”

Diego Suárez Noriega - ATM (Gijón)

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Marta Fermín, presidenta de la Asociación de Galerías de Arte de Oviedo, al frente de Decero, dice que el sector está “luchando por reinventarse”. En el caso de Oviedo, Fermín destaca que hay una mayor implicación en la actividad de la ciudad. “Hemos demostrado que el arte esté sano y vital”, afirma. Este año habrá nueva edición de la Semana Profesional del Arte, que tanto éxito tuvo en la primera. “Mi balance de 2021 es bastante positivo: nos quedamos con el público más fiel, ya no hay tanto visitante de recreo”, observa. En cuanto a ventas, indica que “hay un mercado medio que va bien, pero para las grandes inversiones casi siempre hay que ir fuera”.

La galerista gijonesa Aurora Vigil-Escalera anda con los preparativos para la feria Art Madrid, que se inaugurará el 23 de febrero. “También iremos a Estampa, y a Miami, y vamos a intentar entrar en el mercado asiático y en Dubái”, refiere. La suya, en 2022, es una evidente apuesta por el mercado internacional sin descuidar los eventos locales, como una exposición por sus 35 años en el arte o otra de Pablo Armesto.

“Ahora, más que al covid, tengo miedo a las subidas del coste de la vida, a las facturas de la luz...”

Angélica García - Amaga (Avilés)

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Vigil-Escalera ha tratado de “abrir ventanas cuando las puertas se cerraban” y lo ha hecho mirando al mercado digital. “Hemos digitalizado la galería, consolidando la tienda online, los tours 3D y aprovechando las plataformas digitales”, enumera. No ha tardado en comprobar el efecto: “Estamos exportando mucho”. “El mundo digital es el futuro, desde el punto de vista comercia; ha roto fronteras, pero las galerías y los museos no pueden desaparecer: ver una obra y tener al lado a un profesional no es comparable con nada”, reflexiona.

Diego Suárez Noriega, de ATM, también en Gijón, estará en ARCO, y por partida doble. En Madrid con dos proyectos, uno de Clara Sánchez y otro con la bilbaína Ixone Sádaba y el asturiano David Martínez Suárez; más adelante viajará a ARCO Lisboa, con obra de Adolfo Bimer. En un par de semanas inaugurará exposición en su sala de Deva, de Santiago Cansino. “El arte contemporáneo está especialmente cualificado para adaptarse a momentos complejos, por su capacidad de leer el presente, de adaptación e innovación”, declara. En lo que a las ventas se refiere, considera que “se reforzó la parte más alta del mercado, como puerto refugio, invirtiendo en artistas y obras de más larga trayectoria y más confirmadas por el sistema”.

“Las galerías tienen una programación intensa en cuanto a ferias y proyectos expositivos”

Guillermina Caicoya - Galería Caicoya (Oviedo)

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Cara y cruz

Pedro García, propietario de la galería ovetense Dos Ajolotes, está satisfecho con la nómina de artistas que presentará este año aunque admite que no tiene “buenas expectativas a nivel de ventas”. “Lo afronto con optimismo”, comenta. “La mía es una galería pequeña sin más pretensiones, me alegro cuando un artista sale de la mía para pasar a otra mayor, pero está sucediendo que artistas que podrían estar en otras galerías más grandes se están viniendo a la mía”, cuenta. El 27 de enero, sin ir más lejos, inaugura una exposición de dos artistas sirios, Mohamed Namoor y Tamara Albotros

Arancha Osoro afronta el año desde su galería en Oviedo algo más pesimista que el resto. Presume que el año será complicado y cree que la gente “mentalmente no está en disposición de comprar arte”, así que se trabaja “a tirones”. Osoro se ha bajado de esta edición de Art Madrid, después de siete años, aunque tiene intención estar en Estampa. La malagueña Raquel Argada inaugurará este mes en su sala y en los próximos pasara por ella Faustino Ruiz de la Peña.

Desde Amaga, en Avilés, Angélica García, agradece el haber recobrado la normalidad, después de superar cinco meses de cierre. “No nos podemos quejar”, declara, porque los clientes han respondido muy bien. “Este año, ferias las de aquí, la de Oviedo”, comenta. En 2023 Amaga cumplirá 50 años y están volcados en esa efemérides. “Se ha vuelto a la actividad de antes del covid, al 80 o al 90 por ciento desde luego. Ahora, más que al covid tengo miedo a las subidas del coste de la vida, a las facturas de la luz...”, confiesa.

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