Un trabajo documental de dos años, resumidos en 35 instantáneas, que sirve para visibilizar el Suroccidente. Andrés Solla presentó ayer en el Antiguo Instituto de Gijón su muestra “Valle negro”, con fotos que refleja la vida en esta localidad de Ibias tras el fin de la actividad minera.
“Me animó a centrarme en esa zona que está muy abandonada por las administraciones, que es de las más envejecidas, y a raíz de disfrutar de una mascarada, me di cuenta que es un rincón con un nivel paisajístico único”, relata el autor e la obra. “Soy de Gijón, y ese contraste de ver Tormaleo, rodeado de montañas, es algo abrumador, me enganchó”, añade.
En la muestra dibuja el paisaje y paisanaje de este rincón de Ibias, tras el cambio por el cierre de las minas de Vitorino Alonso. “Ahondo un poco en esa idea de cuando tu pueblo ya no es productivo, un poco ese vestigio del pasado, y lo que pasa después”, detalla Solla.