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Antonio del Valle, un empresario al rescate del arte de la República

El asturmexicano, la novena fortuna del país azteca, abre un museo con las 1.700 obras de su colección particular, con gran presencia de los artistas españoles exiliados tras la Guerra Civil española

Antonio del Valle, en una de sus visitas a Oviedo, en 2015.

El empresario asturmexicano Antonio del Valle Ruiz (México, 1938) ha dejado los negocios en manos de sus cinco hijos y a sus 83 años asegura que su vida es el arte. Ni sus negocios ni su arte son asunto menor. Del Valle, asturiano de tercera generación oriundo de Parres y de Cangas de Onís, está considerado por la revista “Forbes” como la novena mayor fortuna de México, con un patrimonio que ronda los 3.000 millones de dólares construido en torno al Grupo Kaluz, presente en distintos sectores: químico, tubería plástica, agua, materiales de construcción, financiero. El arte también son palabras mayores: el pasado 23 de octubre se inauguraba en México DF el Museo Kaluz, ubicado en el Antiguo Hospicio de Santo Tomás de Villanueva, un icónico edificio del siglo XVI en el centro histórico de la capital mexicana, conocido popularmente como el Hotel Cortés por albergar antes un establecimiento hotelero. Ahora, totalmente renovado, acoge la colección artística de este empresario, 1.700 obras, fruto de la pasión coleccionista que desarrolló en los últimos treinta años.

La colección de Antonio del Valle está compuesta por arte mexicano desde el siglo XVIII hasta la actualidad. Pero tiene una singularidad: muchas de las piezas pertenecen a artistas españoles exiliados en México tras la Guerra Civil. Tal y como el propio fundador del museo reconocía en el diario “El País”, muchos de los lienzos fueron adquiridos a hijos de españoles republicanos. “El Gobierno español no se dio cuenta de la cultura, y educación, y de la ciencia que desperdició”, señaló al mismo diario.

Entre los nombres de artistas plásticos españoles que figuran en su colección están la catalana Remedios Varo, el cordobés Antonio Rodríguez Luna, el madrileño José Bardasano y el gallego Arturo Souto. En la inauguración del museo se descubrió también un gran mural obra de Vicente Rojo, artista plástico fallecido en marzo pasado, nacido en Barcelona en 1932 y sobrino del general Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor del ejército de la República durante la contienda civil.

La finalidad de Antonio del Valle al abrir el nuevo museo en la capital mexicana es mantener unido este patrimonio artístico “para el día en que faltemos mi mujer y yo”, declaró al mismo rotativo. El Museo Kaluz abrió con la exposición “México y los mexicanos en la Colección Kaluz”; con obras de Pelegrín Clavé, José María Velasco, Joaquín Clausell, Gerardo Murillo “Dr. Atl”, Ángel Zárraga, Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco, María Izquierdo, Angelina Beloff, Cordelia Urueta, Fanny Rabel y el mencionado mural de Vicente Rojo, titulado “Jardín Urbano”. Además de los autores citados, también forman parte de la colección otros como Francisco Romano Guillemín, Armando García Núñez o Guillermo Gómez Mayorga. La Colección Kaluz invita a “reflexionar sobre la historia del arte mexicano, pero también sobre las historias individuales de quienes la han protagonizado en su devenir histórico: los creadores y sus creaciones”.

Antonio del Valle fue el primer presidente de la Asociación de Empresarios Asturianos en México (CEAM-México) y a finales del año 2013 se convirtió en el segundo mayor accionista del Banco Popular, en España, ya desaparecido. Entonces protagonizó un nuevo retorno del capital indiano, que en los albores del siglo XX jugó un papel importante en el relanzamiento de la banca española. Junto a Del Valle, comenzó a invertir en España Juan Carlos Escotet, presidente y mayor accionista de Banesco, en Venezuela, y que ahora también es presidente de la entidad financiera gallega Abanca, fruto de la fusión de las cajas de ahorros de la vecina comunidad. Del Valle entraba en el sector financiero español después de haber acumulado una larga experiencia que comenzó en 1974. Desde entonces fue propietario de cuatro bancos. Ahora la familia es propietaria del Banco Bx+, con más de 20.000 clientes y la décimo sexta entidad financiera mexicana. Sin embargo, la joya de la corona del emporio familiar es la empresa Mexichem, líder mundial en sistemas de tuberías de plástico y un gran operador en la industria química y petroquímica. Mexichem, hoy conocida como Orbia, tiene actividad en más de 40 países del mundo y cuenta con más de 22.000 empleados.

Tras su aventura financiera en Banco Popular, que quebró en el año 2017, Del Valle asegura, según indicó al diario “El País”, que todos los dividendos que cobró fueron a “obras benéficas españolas: por un lado al Museo del Prado, por otro lado la Fundación Princesa de Asturias”.

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