En Informática, Ciencias y Formación del Profesorado, tres de los centros afectados –y beneficiados– por la gran reestructuración que afrontará a corto plazo la Universidad de Oviedo, consideran que el plan del Rectorado es “valiente”, pero les genera “incertidumbre”. “Falta saber el cómo y el cuándo”, expresaron ayer sus responsables, Fernando Alonso, Carlos Fernández y Celestino Rodríguez. El movimiento de sedes, resaltaron, “responde a un grave problema de espacio” en los campus de Llamaquique y los Catalanes, y en el ánimo del equipo de Villaverde está “solucionarlo”. “No sabemos si es la mejor solución, pero al menos hay una encima de la mesa”, apuntaron. En líneas generales, la idea de ganar espacio, aunque ello implique “mudanzas traumáticas”, les convence; ahora falta por conocer “los detalles”. “La situación en Llamaquique y los Catalanes era insostenible”, afirmaron.
Según el esquema del Rectorado, la Facultad de Ciencias pasará a ocupar la Escuela de Minas –que se mudará a Mieres–, la Facultad de Formación del Profesorado se extenderá hacia Ciencias, y la Escuela de Ingeniería Informática migrará al Cristo para dejar sitio al nuevo grado de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. LA NUEVA ESPAÑA reunió ayer a sus responsables, con el fin de analizar las propuestas recogidas en los tres planes estratégicos que Ignacio Villaverde presentó este lunes. Ninguno sabía nada. “Fue como quitar un esparadrapo de golpe”, bromearon. Por su parte, la dirección de la Escuela de Minas de Oviedo prefirió guardar silencio a la espera de reunirse previsiblemente hoy con el equipo de gobierno de la Universidad.
Ciencias cambia Llamaquique por la Escuela de Minas. El vicedecano de Ciencias, Carlos Fernández, asegura que hoy en día en la Facultad están “al límite” de espacio. Son más de 700 estudiantes, debido al auge de las titulaciones de Física y Matemáticas, y de su doble grado. “Para nosotros siempre viene bien ganar espacio, pero habrá que ver la intrahistoria”, señaló Fernández. Lo que más incertidumbre genera al equipo decanal encabezado por José Manuel Noriega –ayer, de viaje– es el desplazamiento de los laboratorios de Ciencias a Minas. “¿Cómo se va a hacer? Porque eso será costoso”, analizó el vicedecano. Según avanzó el Rectorado el lunes, se realizará una rehabilitación del espacio para acoger Ciencias, que dilatará el traslado “dos años”. “Mover departamentos y laboratorios es muy complicado”, reconoció anteayer el propio Ignacio Villaverde.
La Facultad de Formación del Profesorado crece. Es el segundo centro universitario más grande de Asturias con 2.200 alumnos. Los problemas de espacio, menciona el decano, Celestino Rodríguez, se acentuaron con la pandemia, llegando a impartir online un curso entero. Hoy ocupan casi todo el aulario de Geología. Esta situación “insostenible” llevó incluso al anterior equipo decanal a proponer un trasvase a Mieres. Finalmente, la solución será absorber Ciencias, seguir utilizando los espacios libres de Geología y ganar la Escuela de Informática para el nuevo grado de Deportes. “Tengo una sensación agridulce, porque no queremos pisar ningún callo”, expresó Rodríguez, en relación a la expansión de la Facultad hacia otros centros.
La Escuela de Informática, la primera de la zona centro en moverse al Cristo. Lo que esperaban que iba a suceder a “medio-largo plazo”, finalmente ocurrirá en pocos años. “Parece que seremos los primeros del campus de la zona centro de Oviedo en desplazarnos al Cristo. Esperamos que sea la ubicación definitiva. Es traumática cualquier mudanza, pero en el ánimo del Rectorado está mejorar. Llevamos más de treinta años aquí pero si el cambio es para ir a unas instalaciones más modernas, a la larga será positivo”, profundizó el director, Fernando Álvarez. En concreto, la idea del Rectorado –aunque no está plasmada en el plan– es que la Escuela ocupe el actual edificio de Enfermería. Ingeniería Informática también ha experimentado en los últimos años un fuerte crecimiento de matrícula. Este curso son 825 estudiantes.
Grado de Deportes en Oviedo: 240 alumnos en cuatro años. Desde que la Facultad de Formación del Profesorado lanzó la propuesta de implantar esta titulación en Asturias en 2018, Deportes dio muchas vueltas. Es más, se inició una fuerte pugna entre Oviedo, Gijón y Mieres, que el nuevo equipo rectoral de la Universidad atajó resolviendo que se implantará en la capital porque es “el único lugar viable”. “Yo creo que en todo aquello había bastante humo”, dijo Celestino Rodríguez en referencia a la polémica que se desató entre municipios durante el mandato de Santiago García Granda. El decano de Formación del Profesorado comparte la propuesta del Rectorado de crear el grado en las instalaciones de los Catalanes. “El profesorado está en Oviedo, sería muy costoso su desplazamiento”, señaló. En concreto, serán docentes de Educación, Medicina, Psicología, Sociología y Biología. Respecto a la sede de los futuros estudios, Rodríguez cree que responde más a una necesidad de espacio de Informática que de la propia titulación, aunque en los Catalanes hay instalaciones deportivas. La previsión es llegar a los 240 alumnos en cuatro años.
En camino el doble grado de Matemáticas e Informática. El plan de estudios ya está definido y ahora la Facultad de Ciencias y la Escuela de Informática están en la definición de los horarios. “Eso estará listo muy próximamente. A partir de ahí reanudaremos los trámites dentro de la Universidad”, avanzaron sus responsables. El número de plazas de esta nueva titulación, muy demandada por la empresa, será “pequeño”, en torno a 20. No obstante, el futuro cambio de Informática al Cristo podría complicar su desarrollo. “Habría que estudiarlo sabiendo bien las nuevas condiciones; pensarlo ahora sería como hacer castillos en el aire”, comentaron. Más verde está el doble grado de Informática y ADE, con la Facultad de Economía y Empresa. “Nos reunimos informalmente, pero no hemos llegado a más”, aclaró Fernando Álvarez.
La Cámara, con el Rector: “El plan es equilibrado y sensato”
Ch. Neira
La Cámara de Comercio de Oviedo ve con buenos ojos y considera positivo para la ciudad y para la región la propuesta de reordenación de Ignacio Villaverde. “Lo que se plantea es equilibrado y sensato”, explica Carlos Paniceres, presidente de la entidad cameral. Ante las voces críticas opone, además, el recordatorio de “la autonomía universitaria”. “Es una institución con sus órganos de gobierno, con su Consejo Social, es la Universidad de Asturias y todos debemos desearle lo mejor, independientemente de dónde estén los edificios”, razona. Paniceres afirma que “tiene todo el sentido del mundo” agrupar titulaciones e iniciar el “campus de la Salud” junto al HUCA. El presidente de la Cámara de Oviedo admite que “cualquier cambio en Asturias provoca resistencias de todo tipo”, pero anima al Rector a ejecutar el plan. “Entiendo que los alcaldes defiendan intereses locales, pero lo importante es tener una universidad competitiva que atraiga alumnos”, remata.
