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Los exrectores, divididos sobre la propuesta de reordenación de la Universidad: “El plan es valiente, pero le faltó debate”

La mayoría de predecesores de Ignacio Villaverde aplaude la reordenación de centros, pero ve “difícil” sacar Minas de Oviedo

Por la izquierda, Juan López-Arranz, Alberto Marcos Vallaure, Santiago García Granda, Juan Vázquez y Vicente Gotor Irma Collín

El plan de reordenación de centros universitarios liderado por Ignacio Villaverde genera opiniones encontradas incluso entre sus predecesores. Los exrectores de la Universidad de Oviedo difieren, de forma radical, en su valoración. Unos destacan de la propuesta su “valentía y sentido común” y otros critican que “faltó debate interno”.

Santiago García Granda, el anterior a Villaverde en el cargo, opina que al plan de reordenación “le faltó debate y consenso”. “Cualquier reorganización que se haga en la Universidad hay que hacerla con mucha prudencia y mucho debate interno. Yo nunca movería la Escuela de Minas de Oviedo por su tradición. Este traslado genera una cierta satisfacción en Mieres, pero en el fondo no resuelve ningún problema; lo único que hace es desarraigar unos estudios de la capital”, señala.

García Granda no apuesta por una remodelación de campus “a base de hacer actuaciones en edificios viejos”. “El crecimiento se debe hacer sobre instalaciones modernas. Además, no sabemos lo que nos va a costar lo que se propone ahora”. Sobre el nuevo grado de Deportes, que fue activado durante su mandato, el catedrático de Química Física sostiene que Oviedo reúne “buenas condiciones desde el punto de vista de los recursos humanos”. El problema, añade, “es que implantar esta titulación en un campus –los Catalanes/ Llamaquique– que está saturado me parece un contrasentido”. “Nosotros siempre hablamos de construir un edificio nuevo con un presupuesto de diez millones de euros”, indicó.

Vicente Gotor, rector entre 2008 y 2016 y que apoyó a Villaverde en las elecciones, dice “entender” el enfado de Minas y sostiene que faltó “discusión” interna sobre los cambios. “No sé si las formas fueron las más adecuadas; imagino que el Rectorado habrá hablado de esto antes con el Principado”. Lo que está claro, puntualiza, es que la gran transformación que propone el equipo de gobierno actual necesitará “dinero” y ahí tendrá que intervenir la Consejería de Ciencia. “Entiendo el enfado de Minas, porque han trabajado mucho con el nuevo plan de estudios de Energías Renovables, y se les prometió en campaña que no se movería de Oviedo la Escuela”, afirmó. Dicho esto, Gotor ve el plan de Villaverde “valiente”, ya que el gran campus del Cristo es un proyecto “a largo plazo” y “hay que hacer algo” con la falta de espacio en Llamaquique y los Catalanes.

Juan Vázquez, que ejerció el cargo entre 2000 y 2008, elude entrar al fondo del proyecto, pero cierra filas de forma decidida con Ignacio Villaverde reivindicando la independencia universitaria. “Los asuntos universitarios deben responder a lógicas y decisiones universitarias”, señala. “A los municipios no se les puede pedir una lógica académica, pero a la universidad tampoco se le puede exigir una lógica municipal”, añade Vázquez, que agradece y respalda la propuesta de Villaverde “con todos los ajustes y matices que sean necesarios y que se adopten desde la comunidad universitaria”.

El médico Juan López-Arranz, rector entre 1988 y 1992, considera que Villaverde está siendo “muy valiente y bastante ambicioso”, y considera que la propuesta es acertada en muchos aspectos. “Aplaudo el hecho de reunir Ciencias de la Salud donde debe estar, porque precisamente el origen del diseño del campus de Ciencias de la Salud era el HUCA y la facultad en torno al HUCA”, apunta. López-Arranz, en cambio, ve más difícil sacar la Escuela de Minas de Oviedo. “En épocas pretéritas ya se intentó, pero es un tema bastante complicado por lo que supone esa especialidad en la ciudad”.

El geólogo Alberto Marcos Vallaure, rector entre 1983 y 1988, considera que la propuesta “parece bastante racional y sensata”, aunque tiene dudas de que se pueda llevar a cabo por las “resistencias” que habrá de vencer el rector. “Del traslado de Minas a Mieres se habló hace muchos años y hubo una resistencia tremenda, numantina, pero si ahora piensan inclinarse más por la energía, es más sensato que esté en Mieres”, reflexiona. De igual modo, Vallaure considera que la instalación de Medicina en el HUCA es “de sentido común” y cree que los Catalanes, con sus instalaciones deportivas, es un lugar idóneo para el nuevo grado de Deportes. “Tenemos que pensar que no se trata de quitar nada a nadie: aquí estamos todos en un puño, en Asturias no hay distancias y ese localismo tan estricto no lleva a ninguna parte. La Universidad tiene que funcionar de un modo racional, y apoyo al rector”, concluye.

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