El "Universo Aureliano" se expande en el Museo de Bellas Artes. La gran pinacoteca regional, que ya era el gran centro de referencia sobre la vida y la obra de Aurelio Suárez, ha visto ampliados sus fondos con una importante donación, presentada este martes, que incluye tres óleos, tres guaches, tres bocetos, collages, objetos personales, cerámicas, separadores de libros, tablas, metales, tallas, fotografías y libros manipulados e intervenidos por el artista gijonés, incluyendo además una gran cantidad de mobiliario que el propio Suárez manufacturó o intervino, y que procede de su casa de la calle gijonesa Marqués de San Esteban, donde vivió desde 1958 hasta su fallecimiento.
Esta gran donación fue entregada al museo por el hijo del artista, Gonzalo Suárez Pomeda, que mostró una gran afinidad con la Consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo, Berta Piñán, cerrando así más de tres años de enfrentamiento. Una "cesura", como la definió el director del Bellas Artes, Alfonso Palacio, que llevó a los herederos de Aurelio Suárez a distanciarse de la gran pinacoteca regional y priorizar otros museos, caso del Reina Sofía, a la hora de depositar la obra del artista gijonés, pero que ahora se restaña con una donación "muy significativa", como la definió Palacio, que avanzó que tendrá que revisar, junto al propio Suárez Pomeda, el Catálogo razonado de la obra de Aurelio Suárez en el museo, ya que se ha quedado desfasado ante la magnitud de la donación.
"Esta es una mañana de alegría", señaló la consejera de Cultura, Política Llingüística y Turismo del Principado, Berta Piñán, que dio las gracias en repetidas ocasiones a Suárez Pomeda por su "generosidad" con un museo del que, como recordó Alfonso Palacio, es además Amigo benefactor. La consejera no escatimó muestras de aprecio y afinidad con el hijo de Aurelio Suárez, dándole una atención específica, un cariño si se quiere, que los herederos del artista habían echado en falta durante la legislatura anterior. "Estábamos deseando que llegase este día, y agradecemos a Suárez Pomeda, como ya lo hicimos en privado, que haya hecho esta donación", señaló Piñán, que añadió que sus palabras respondían a su triple condición de "consejera, presidenta del patronato del Bellas Artes y ciudadana de Asturias", destacando además que esta gran donación tiene una componente artística pero también otra "emocional", al incluir muchos objetos personales.
Suárez Pomeda cerró el acto explicando la naturaleza de la donación, y avanzando que se podrá volver a ver con más detenimiento próximamente, en lo que parece apuntar a una exposición no confirmada. Durante su intervención, el hijo de Aurelio Suárez compartió algunos recuerdos personales, asociados a la obra del artista, y se detuvo en piezas concretas como una vieja cartera suya que, cuando quedó en desuso, fue reutilizada por su padre como lienzo para pintar una de sus obras sobre el cuero.
