Las demandas de disolución matrimonial aumentaron un 2,5% en 2021, aunque fueron los divorcios, tanto consensuados como contenciosos, los únicos que experimentaron una subida, frente a separaciones y nulidades matrimoniales, que descendieron.

Según los datos que este lunes publica el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en 2021 se registraron 57.168 demandas de divorcio consensuado (un 4% más que en 2020), mientras que las demandas de divorcio contencioso se incrementaron un 0,7%, hasta las 36.337.

Por su parte, las separaciones consensuadas experimentaron un descenso del 0,4% (hasta las 2.687) y las separaciones contenciosas una disminución del 3,9% (1.187). Al mismo tiempo, se presentaron 70 demandas de nulidad, frente a las 78 de 2020.

El mayor número de demandas de disolución por cada 100.000 habitantes se dio en Canarias (con 247,5); la Comunidad Valenciana (238,8); Islas Baleares (229,7); Murcia (225,4); Andalucía (218,8); Cantabria (213,7) y Cataluña (208,3), todas por encima de la media nacional, que se situó en 205,7. Por el contrario, los territorios donde se presentaron un menor número de demandas fueron Castilla y León, con 162,3; País Vasco (170,1); y Navarra, con 180,8.

Además, en 2021 se presentaron 12.955 demandas de modificación de medidas matrimoniales consensuadas, un 14,4% más que el año anterior; mientras que las demandas de modificación de medidas matrimoniales no consensuadas ascendieron a 32.162, un 7% más que en 2020.

Por lo que respecta a las demandas de modificación de medidas de guardia custodia y alimentos de hijos no matrimoniales, se presentaron 24.032 consensuadas, un 13,2% más que en 2020; y 26.548 no consensuadas, un 5,4% más que en el año anterior.

A pesar de estos datos, entre octubre y diciembre de 2021, el número de demandas de disolución matrimonial, nulidades, separaciones y divorcios se redujo en un 12,6% respecto al mismo trimestre de 2020. En ese periodo, se presentaron 25.183 en total.

En concreto, las demandas de divorcio consensuado cayeron un 14,6%, las demandas de divorcio no consensuado representaron un 8,9% menos, mientras que las demandas de separación consensuadas disminuyeron un 17,6% y las no consensuadas un 13,3%. El número de demandas de nulidad disminuyó un 50%.