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Día Internacional de la Mujer

Las perleras, la primera huelga femenina

En febrero de 1903 un grupo de 75 trabajadoras de lo que serían las Perlas Majorica se negaron a trabajar durante dos días exigiendo mejoras laborales y de salario | Fue una de las protestas pioneras en todo el país

Las perleras, la primera huelga femenina.

A finales de marzo de 2009 el Col·lectiu Dones de Llevant presentaba una nueva estatua pública en Manacor. Obra en bronce del escultor local Llorenç Ginard, simboliza la figura de la perlera: la robustez que el trabajo femenino permitió dar a la economía doméstica de la ciudad a principios del siglo XX, para consolidar un tejido socioeconómico sustentado de las industrias de la madera y las perlas artificiales. Un símbolo que, además de trabajo, representó protesta y dignidad.

En su edición del 14 de febrero de 1903, el periódico La Almudaina se hacía eco de dos huelgas: la de los estibadores del puerto de Eivissa… y de la primera íntegramente femenina llevada a cabo en Balears y una de las pioneras en todo el país. Las trabajadoras de Perlas Majorica (entonces bajo otro nombre) se habían alzado en Manacor en pro de la mejora de sus condiciones. Un hito en la lucha por los derechos laborares y sociales de la mujer en los albores del siglo pasado.

Si tiramos la vista solo unos años atrás, sabemos que en 1890 Eduard Heusch, descendiente de una saga industrial de origen alemán de la zona de Aquisgrán, se sentía con fuerza para diversificar los negocios de su padre. En unos años en que Francia era el centro de Europa, eligió París como sede social de una fábrica de perlas artificiales única, con las que abastecer de una nueva demanda de lujo a las clases altas del viejo continente. Nacía la Societé de perles des Indes E. Heusch & Co.

Sólo siete años después decidió ramificar el negocio a Barcelona, donde en 1892 ya había fundado la sociedad La Metalúrgica Española SA, dedicada a la fabricación de agujas, tenedores de metal o artículos de celuliode. Pero el aumento de las rentas en Alemania y Francia y la consiguiente expansión a territorios industrialmente cercanos, hicieron que los Heusch buscaran más tranquilidad y bajos costes.

Con la entrada del nuevo siglo decidieron mover ficha y bártulos y saltar hasta tierras mallorquinas. Un páramo industrial donde huir de las condiciones sindicales catalanas y emprender sus nuevos planes. Primero en Palma en 1901 y solo un año después ya en Manacor, donde montaron la primera industria de capital extranjero que se establecía definitivamente en Mallorca, bajo el nombre de Hugo Heusch & Cª.

En uno de sus varios estudios detallados sobre la historia perlera, entre ellos su tesis doctoral titulada La industria de les perles a Manacor (1902-2002)el historiador Sebastià Sansó Barceló explica el por qué de la elección de Manacor. Se acababa de inaugurar la fábrica de electricidad Servera Melis (la segunda en la isla después de Alaró) y desde 1879 el tren era ya un enlace de comunicación y transporte muy eficiente con Ciutat. Además, el hecho de ser una sociedad todavía eminentemente campesina posibilitaba una mayor captación basada en la mejora de calidad de vida.

De hecho el primer taller manacorí fue un piso cerca de la estación y al lado de la central eléctrica, hasta que poco después se trasladaron a unos terrenos cercanos pero más amplios donde establecieron la fábrica. Empezaron con una plantilla de cien mujeres y otras cincuenta trabajando desde casa.

El trabajo de las perleras de Manacor estaba peor pagado que el masculino y que sus congéneres de Palma

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Por lo que respecta a la elección de trabajadoras femeninas existen dos explicaciones. La primera, esgrimida por los Heusch y por tanto más paternalista, dice que era por su pericia a la hora de los trabajos manuales, a los que estaban acostumbradas por sus labores en el campo recogiendo uva, algarrobas, almendras o higos. Lo cierto era que su trabajo, además de estar peor pagado que el masculino, también estaba por debajo salarialmente hablando que el de sus congéneres de Palma. Y de ahí la protesta, originada solamente un año después de la apertura de la fábrica manacorina. 

Pero como casi siempre, aquí también hay dos versiones: una la propagada por los terratenientes locales, que veían como las mujeres cambiaban los trabajos de foravila por otro menos temporal y en condiciones regladas; con lo que alentaron la idea de una supuesta injusticia del empresario que las obligaba a estar encerradas produciendo y soportando un calor casi infernal (hay que recordar que las perlas artificiales eran de cristal hueco y se hacían a base de llama y soplo antes de rellenarse de mármol), además de malas condiciones higiénicas. La otra razón, más real, era que querían pasar de cobrar dos reales diarios a cuatro.

Las perleras, la primera huelga femenina . S.S.

La crónica de La Almudaina prosigue: "Estos días se ha registrado en este pueblo la primera huelga y por cierto las que la han originado han sido mujeres: las que trabajan en la fábrica de perlas que ha montado en este pueblo un fabricante alemán. De las cien trabajadoras sólo han acudido a la fábrica veinticinco; las demás se han negado a trabajar si no se les aumenta el salario".

La huelga solamente duró dos días y no consta que hubiera actos violentos

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La huelga solamente duró dos días y no consta que hubiera actos violentos contra personas ni contra alguna máquina o elemento de producción. Las presiones por mantener su puesto de trabajo pesaron más que el conato de protesta, y tampoco vieron atendidas sus demandas de mejora de sueldo. Lo que sí quedó también por escrito es que casi todas las 75 insurgentes fueron readmitidas, excepto las cabecillas.

En cualquier caso la industria de la perla supuso un salto económico sin precedentes en un municipio de poco más de 11.000 habitantes y tendencia por el campo y sus crisis. En 1915 cambió de nombre para llamarse Industria Española de Perlas Imitación SA (IEPISA), llegando a abarcar buena parte del mercado europeo e incluso abriendo una tienda en la quinta avenida de Manhattan, en Nueva York. Posteriormente adoptaría el nombre ya archiconocido de Perlas Majorica.

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